Té verde: los mitos y verdades sobre su milagroso poder para adelgazar

Esta es la típica infusión que está en prácticamente todas las casas de España. El té verde es una bebida socorrida, saludable y deliciosa. Pero que esté rica y que le guste a todo el mundo no dice nada sobre los beneficios que le aporta al organismo o sus supuestas propiedades como bebida milagrosa para perder kilos en muy poco tiempo. Hay muchos mitos en ese sentido en torno al té verde, y conviene revisarlos antes de lanzarnos a tomar esta bebida de forma desaforada y haciéndonos esperanzas que luego pueden no cumplirse.

Los expertos coinciden en general en que no existen dietas milagrosas ni alimentos especialmente adelgazadoras. Solo hay una forma de adelgazar realmente efectiva, y pasa por llevar una dieta equilibrada y sana, rica en frutas y verduras, y hacer ejercicio físico de forma frecuente. Y a esos dos ingredientes hay que añadirle un tercer factor, que es la paciencia. No es viable, ni siquiera sano en realidad, perder varios kilos en pocos días. Para adelgazar hay que tener en cuenta que hace falta tiempo, varias semanas e incluso meses, antes de empezar a notar los efectos en la báscula y en el espejo.

Las propiedades del té verde

Te-Verde

Desde hace mucho tiempo se considera al té verde como un superalimento, una sustancia cargada de propiedades saludables que son de gran ayuda para nuestro organismo. El té verde es una bebida con una larga historia, pues en Asia es de consumo habitual desde la antigüedad, en los tiempos de la China Imperial. Ya por entonces se tenían muy en cuenta sus propiedades curativas y los médicos de la época recomendaban su consumo. 

Son muchas las cualidades y propiedades del té verde. Destaca especialmente su alto poder antioxidante, útil sobre todo para prevenir la aparición de un cáncer en nuestro cuerpo. Si el té verde es antioxidante es sobre todo por su alto contenido en dos sustancias: catequinas y polifenoles. Además, hace mucho ya que se conoce que el té verde puede ser eficaz, pues se asocia su efecto a la quema de grasa y a la actividad metabólica. Pero los resultados aplicados han sido ambiguos y dejan lugar a dudas.