Instalan una cámara pensando que su hijo robaba galletas y se llevan una sorpresa

Unos padres que sospechaban que su hijo de cinco años se comía sus galletas a escondidas decidieron colocar una cámara oculta para sorprenderle en el acto.

Para su sorpresa descubrieron que no era el pequeño Maddie, de cinco años, quien se atiborraba de pastas sino su perro Max, la mascota de la familia, un goldendoodle de dos años y medio.

Los desconfiados padres publicaron las imágenes en las redes sociales donde se han viralizado.