Por increíble que parezca, Netflix y Amazon Prime Video han firmado un acuerdo de cesión de contenidos que los expertos ya califican de histórico. No se trata de una fusión ni de una compra, sino de un acuerdo estratégico donde uno presta y el otro paga. El resultado es que Netflix, que ya es enorme, verá crecer aún más su catálogo con series y películas que hasta ahora eran territorio exclusivo de Amazon.
Mientras Netflix sigue preparando el terreno para su posible adquisición de Warner Bros. y HBO Max, no pierde el tiempo y crea alianzas por otro flanco. La guerra del streaming está entrando en una nueva fase. Ya no se trata de producir todo uno mismo, sino también de ser lo suficientemente inteligente como para alquilar los éxitos del rival cuando la estrategia vale la pena.
Netflix y Amazon Prime Video llegan a un acuerdo que beneficia a ambas partes
¿En qué consiste exactamente este contrato? Es un acuerdo de licencia, similar al que Netflix ya tiene con HBO Max. Básicamente, Amazon Prime Video cederá a Netflix una serie de contenidos exclusivos propios durante un tiempo limitado. A cambio, Netflix desembolsará una cantidad económica que no se ha hecho pública, pero que se supone bastante sustancial. Para Amazon, este acuerdo tiene varias lecturas. Por un lado, obtiene ingresos directos por un catálogo que ya tiene producido.
Por otro, y esto es más astuto, utiliza la audiencia masiva de Netflix como un megáfono para mantener viva y popular la relevancia de sus franquicias. Es especialmente claro el caso de James Bond. Amazon explica que le conviene llevar las películas del agente 007 a Netflix para incrementar la popularidad de la saga, de la que ellos siguen siendo dueños y con la que planean más películas en cine. Para Netflix, la ganancia es más inmediata y obvia: músculo. Aumenta su oferta con títulos de alto prestigio y reconocimiento global sin tener que invertir en producción.
El botín: James Bond lidera un cargamento de clásicos
Sin duda, la joya de la corona de este acuerdo es el agente 007. Las películas de James Bond son el principal protagonista del pacto. A partir del 15 de enero, mercados como Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia y Latinoamérica verán llegar a Netflix cuatro títulos específicos: Muere otro día, Sin tiempo para morir, Quantum of Solace y Skyfall. Estarán disponibles por un periodo inicial de tres meses.
Pero, hay más. El catálogo de Amazon MGM Studios que saltará a Netflix incluye también otras franquicias míticas. Se han confirmado títulos como Rocky, Creed y Una rubia muy legal. Es de esperar que lleguen varias entregas de estas sagas y que, con el tiempo, se añadan más películas clásicas del extenso archivo que Amazon controla tras su compra de MGM.
En cuanto a series, la transferencia ya había comenzado de forma experimental. La serie ‘Hunters’ de Prime Video ya está disponible en Netflix España, en lo que parece fue una prueba piloto del acuerdo actual. A esta se sumará pronto ‘El hombre en el castillo’ (The Man in the High Castle), la aclamada serie de cuatro temporadas que terminó en 2019.
¿Cómo afecta este acuerdo a España?
Aquí está la mala noticia, o al menos la noticia a medias. La comunicación inicial del acuerdo no incluye a España en la lista de países que recibirán los contenidos, específicamente las películas de James Bond, en la primera oleada de enero.
Sin embargo, cuando se anunció la llegada de la serie Hunters a Netflix, España tampoco fue mencionada expresamente en los primeros comunicados. Y, aun así, la serie terminó estando disponible aquí al mismo tiempo que en los demás países listados.
Este acuerdo arroja luz sobre la estrategia de gestión de catálogo de Amazon, que resulta bastante peculiar. Aunque son los dueños de todas las películas de James Bond, no las mantienen disponibles de forma permanente en Prime Video. Su política ha sido ofrecerlas solo durante dos meses al año, con motivo del “Día de James Bond” en octubre, para luego retirarlas y mantenerlas como un exclusivo de su paquete premium MGM+. Este nuevo trato con Netflix les permite monetizar ese activo en una ventana muerta.
Por el lado de Netflix: quiere tenerlo todo. No se conforma con ser el rey de la producción original. También quiere ser el gran bazar global del contenido, integrando bajo su techo los mejores títulos de quien sea, incluso de sus competidores directos. Esta estrategia de “licenciar y producir” en paralelo le permite tener un catálogo inabarcable, donde conviven éxitos propios como Stranger Things con series españolas como: Aquí no hay quien viva y, pronto, con clásicos de la talla de James Bond.
