Salir al campo con tu vehículo puede costarte muy caro si decides hacerlo por caminos no autorizados. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha confirmado que las sanciones por circular sin permiso por vías rurales o forestales pueden llegar hasta los 5.000 euros, e incluso alcanzar los 30.000 si se causa un daño medioambiental. La normativa, respaldada por la Ley de Montes y la Ley de Vías Pecuarias, prohíbe expresamente la circulación con vehículos a motor por zonas no asfaltadas, salvo en casos muy concretos y justificados.
¿Qué caminos están vetados? Entre ellos se encuentran las pistas forestales sin autorización, cortafuegos, cauces de ríos secos o activos, y senderos ganaderos o de uso forestal. La idea de que cualquier camino de tierra es público y transitable es errónea: si no hay una señalización clara que lo permita, lo más seguro es que esté prohibido. Solo se puede circular sin riesgo de sanción si se trata de la única vía para acceder a una finca o a un núcleo rural sin otra alternativa asfaltada, siempre que se circule a menos de 20 km/h y sin formar caravanas. Además, algunas comunidades como Vigo, Cataluña o Baleares han impuesto restricciones aún más severas.
Estas sanciones buscan proteger el medio ambiente, este es el argumento del que parte la DGT. La circulación motorizada en entornos naturales puede provocar erosión del suelo, alterar hábitats, perturbar la fauna o incluso generar incendios forestales, un mal que afecta con mucha fuerza al verano español. Basta una chispa o una colilla mal apagada para desencadenar una tragedia. Por eso, comunidades como Madrid, Valencia, Cataluña y Asturias han reforzado la vigilancia y exigen permisos específicos en determinadas zonas, sobre todo por su experiencia con los incendios forestales en los últimos años. Para evitar multas, lo más sensato es consultar la normativa local, respetar la señalización y evitar improvisar rutas si no estás seguro de su legalidad.
Multas que asustan por invadir caminos no autorizados

Salir a disfrutar del campo puede salir muy caro si no se respetan las normas. La Ley de Montes (43/2003) y la Ley de Vías Pecuarias (3/1995) prohíben expresamente la circulación motorizada por caminos no asfaltados o zonas rurales sin autorización. Esta normativa tiene como objetivo principal proteger el entorno natural y evitar el deterioro de zonas especialmente sensibles desde el punto de vista ecológico y por supuesto, evitar la generación de los temidos incendios forestales.
Las multas por infringir estas leyes pueden ir desde los 300 hasta los 5.000 euros, dependiendo de la gravedad de la infracción, así que la mejor manera de evitar este tipo de sanciones es respetando la normativa. Y si además se ocasionan daños medioambientales, como la erosión del terreno o la destrucción de vegetación, las sanciones pueden alcanzar los 30.000 euros, con posibles consecuencias penales. Comunidades como Madrid, Valencia o Baleares aplican una vigilancia más estricta durante los fines de semana y épocas de alto riesgo ambiental.
En qué casos no hay multa

No todas las vías rurales están prohibidas para el tráfico motorizado. Existen excepciones muy claras contempladas por la DGT: por ejemplo, se permite el tránsito si se trata de la única vía para acceder a una finca privada o a un núcleo de población sin alternativa asfaltada. Eso sí, la velocidad debe mantenerse por debajo de los 20 km/h y no se deben formar caravanas de coches ni causar molestias.
Además, si no hay señalización expresa que prohíba el paso, se debe aplicar el sentido común. No obstante, algunas ordenanzas municipales (como las de Vigo o algunas zonas de Cataluña) imponen restricciones adicionales y sancionan incluso el tránsito por cauces secos, cortafuegos o pistas de uso forestal exclusivo. Es fundamental informarse antes de iniciar una ruta.
La DGT se despide del off-road recreativo

La Dirección General de Tráfico ha adoptado una política de «tolerancia cero» frente a la conducción recreativa en entornos naturales. El auge de los todoterrenos y motos de campo ha generado un aumento del tráfico en zonas forestales, lo que ha obligado a endurecer el control. Según la DGT, basta con que una moto recorra un sendero ecológicamente sensible para que se imponga una sanción de varios miles de euros.
Desde el organismo recuerdan que los vehículos actuales son lo suficientemente potentes como para provocar daños en pocos minutos. Compactación del suelo, ruido, emisión de gases y alteración de hábitats son solo algunas de las consecuencias del off-road irresponsable. Por ello, conducir por estas zonas ya no se considera una aventura sin consecuencias, sino una infracción medioambiental seria.
Consejos para evitar este tipo de sanciones de la DGT

Antes de salir de ruta, lo más prudente es consultar la normativa específica del lugar. Muchos ayuntamientos publican mapas en los que se indican claramente qué caminos están abiertos al tráfico motorizado y cuáles están restringidos, si este es tu plan, solo perderás unos minutos revisando el mapa de carreteras aptas de los ayuntamientos. Además, algunas comunidades permiten solicitar permisos específicos para acceder con vehículos a ciertas zonas rurales, sobre todo si se trata de actividades organizadas o necesidades justificadas, y es que al final solo trata de estar informados, antes de iniciar la aventura, de esta manera evitamos sanciones de la DGT.
También se recomienda evitar rutas improvisadas y mantener siempre una velocidad reducida, no se trata de alguna norma que implique dificultad al momento de cumplirla. Si no hay carretera, lo más seguro (y legal) es aparcar y continuar a pie. Esto no solo evita multas, sino que ayuda a conservar el entorno y garantiza una experiencia en la naturaleza mucho más respetuosa y auténtica.