Oriundo de la ciudad de Las Palmas, la vida de Javier Bardem está ligada al cine desde que era muy pequeño. Es que su madre Pilar Bardem y abuelos Rafael Bardem y Matilde Muñoz eran actores reconocidos en su época, aunque los pudo superar a todos gracias a su enorme talento frente a las cámaras. Incluso, su hermano mayor, Carlos y dos de sus primos también estaban ligados al cine.
Gracias a las influencias de su madre en el rubro actoral, Javier Bardem hizo su primera aparición en la gran pantalla en El Pícaro, cuando apenas tenía seis años de edad. Según los relatos, el protagonista del largometraje debía apuntarlo con una pistola para que el niño se ría, pero, en cambio, el ahora consagrado actor se puso a llorar. El miedo lo invadió, pero luego sería habitual verlo en esas facetas.
La fama llama a la puerta de Javier Bardem antes de lo esperado
Mientras deambulaba por pequeñas series de televisión, un adolescente Javier Bardem también tenía otra pasión: El rugby. Sin ir más lejos, en este deporte llegó a jugar en las categorías inferiores de la selección española, aunque en un momento tuvo que decidir y se quedó en la rama actoral, lo que terminó siendo una sabia determinación dada su enorme carrera tanto en su país como en Estados Unidos.
Tras recorrer el país haciendo teatro independiente, le llegó la chance en Jamón, jamón, junto a quien ahora es su esposa Penélope Cruz. El éxito ya le pisaba los talones y ganó numerosos premios en España, hasta que dio el salto a Hollywood. Tiempo después fue el primer español nominado para los Globos de Oro y finalmente siendo el ganador de la estatuilla como Mejor actor de reparto por No es país para viejos, acaso la película en donde se consagró siendo el galán del momento.
Más éxitos para Javier Berdem y un alejamiento inesperado
El amor en tiempos de cólera, Eat Pray Love, The counselor, Piratas del Caribe y muchos más éxitos de taquilla siguieron en su vida, siendo de los actores más requeridos del mundo. Sin embargo, se hizo espacio en su agenda por una causa noble: Es un gran defensor del pueblo saharaui y participa activamente en la plataforma Todos con el Sahara, que pelea activamente por el reconocimiento del estatus diplomático del Frente Polisario.
De todas maneras nunca descuidó el lugar de privilegio al cual le costó tanto llegar. Es cierto, bajó su perfil en los últimos años y sobre todo cuando fue padre, pero la película Dune (2021) y su parte II de este año lo han puesto nuevamente en los primeros planos. Este empedernido activista le esquiva a las cámaras cuando no está rodando y es entendible: Necesita tranquilidad en medio de tanto bullicio.
