La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha aseverado este miércoles en el Congreso que prefiere «50.000 veces» unos Presupuestos prorrogados del Gobierno de Pedro Sánchez que a unos del PP, pues considera que estos últimos suponen «recortes» en el gasto social.
Con motivo de la sesión de control al Gobierno, la ministra ha mantenido un cruce de intervenciones con el PP por la renuncia a presentar los Presupuestos en 2024 tras el adelanto electoral en Cataluña.
Montero ha señalado que la intención del Gobierno era presentar las cuentas de 2024, pero ha admitido que el adelanto electoral catalán «altera el tablero político» y justifica la prórroga de las cuentas de 2023.
«La política no consiste en embarrar permanentemente el terreno político para intentar que no se escuche el ruido de las mejoras. La política consiste en mejorar el interés general y la política consiste en saber leer la realidad», ha apostillado la ministra.
Asimismo, ha defendido que las cuentas de 2023 permiten destinar un 30% más de recursos para sanidad, un 62% más en educación y un 68% más en becas, entre otras partidas.
Y EL PP PIDE LA DIMISIÓN DE MONTERO
Pero estas explicaciones no han sido suficientes para el diputado del PP por Baleares, José Vicente Marí Bosó, quien ha recordado que fue la propia Montero la que pidió a la Abogacía del Estado un informe para tramitar los objetivos de estabilidad presupuestaria de las cuentas de 2024 ante el esperado veto de la mayoría absoluta del PP en el Senado.
«¿Qué informe ha pedido ahora para decir que no presentará Presupuestos?», ha preguntado el diputado a la vicepresidenta, quien ha pedido en su respuesta «respeto» por los profesionales de la Abogacía del Estado y de otras instituciones públicas.
Pero el diputado balear del PP ha ido más allá y ha aseverado que el Gobierno es «un paréntesis tumultuario» en la democracia española y a Montero le ha sugerido la dimisión por ser «un fracaso como ministra de Hacienda». «Ahí tiene la puerta, señora Montero», ha señalado.
La vicepresidenta ha afeado en su intervención estas declaraciones, que las ve como fruto de la «rabieta» del PP por «no reconocer que perdieron las elecciones el 23 de julio» y que el Ejecutivo es «legítimo» y «democrático».
