Cocinar con aceite de oliva: ¿buena o mala idea?

No todos los aceites son iguales: los hay que se utilizan para platos fríos y otros que se utilizan para freír. Descubra aquí qué los diferencia y qué beneficios para la salud tienen.

Algunas recetas mencionan específicamente el tipo de aceite a utilizar, mientras que otras no, y esto puede marcar una gran diferencia.

A pesar de la amplia gama de aceites disponibles en el mercado, debemos usar tres como máximo. Y le mostraremos cómo puede aprovechar al máximo su aceite, tanto en términos de sabor como de beneficios para la salud.

El aceite Hojiblanca destaca por su dulce y frutado sabor, con un regusto almendrado y una picante sensación en la garganta.

Platos crudos o cocidos: ¿qué aceite elegir?

Desde freír hasta aderezar ensaladas, el aceite de cocina se utiliza en una variedad de preparaciones culinarias.

Un pequeño recordatorio para saber cuándo utilizar tal o cual aceite: en general, los aceites prensados ​​en frío se utilizan para platos fríos, mientras que los aceites refinados se utilizan para preparaciones calientes.

Sin embargo, algunos aceites prensados ​​en frío también se pueden utilizar para cocinar y freír.

Aceite refinado, prensado en frío y virgen extra

Los aceites refinados son ideales para preparar platos que requieren un sabor neutro del aceite para no alterar el sabor de los alimentos que contiene. A menudo son translúcidos, incluso ligeramente amarillos.

Los aceites prensados ​​en frío aportan ese algo extra con sus intensos aromas. Su color varía del amarillo brillante al verde intenso. Sin embargo, creer que los aceites prensados ​​en frío son más saludables que los aceites refinados es un error.

El aceite Cornicabra posee un sabor amargo y dulce a la vez que se percibe al final de la degustación

Los aceites vírgenes extra son aceites naturales prensados ​​en frío. No han sido sometidos a ningún tipo de destilación ni tostado.

Hervidos, fritos o al horno

Para cocinar, y freír a altas temperaturas, lo mejor es utilizar aceites refinados y aceites de cocina especiales.

De hecho, se pueden calentar a temperaturas superiores a los 200 grados, lo que suele indicarse en la botella.

Si un aceite (vegetal) tiene un alto contenido de ácido linoleico, su versión prensada en frío también se puede calentar, como es especialmente el caso del aceite de oliva.

Tenga en cuenta: por encima de los 170 grados, la comida no se cocinará más rápido, pero el aceite se descompondrá más rápidamente y la sustancia nociva acrilamida puede formarse en alimentos con almidón como las croquetas de patata o las patatas fritas.

A la hora de cocinar, cocinar al vapor y al vapor, el tipo de aceite utilizado no juega un papel importante ya que las temperaturas máximas que se alcanzan rondan los 100 grados.

Para hornear u hornear, puedes elegir un aceite refinado sin sabor, como el aceite de canola, que pueda soportar altas temperaturas del horno.

El aceite de Jaén es Picual, con mucha personalidad y una alta resistencia a la temperatura

¿Qué aceite utilizar para qué platos?

Cuanto mayor sea el contenido de ácidos grasos insaturados, peor resistirá el aceite las altas temperaturas.

Un buen ejemplo es el aceite de linaza: este aceite vegetal, normalmente prensado en frío a partir de semillas de lino, contiene una gran cantidad de ácidos grasos poliinsaturados que no soportan las altas temperaturas.

Es una pena, porque los ácidos grasos omega-3 son extremadamente importantes para el cuerpo, que no puede producirlos por sí mismo y depende de ellos para su metabolismo.

Cuanto más bajo es el punto de humo de un aceite, más humo produce cuando se calienta, como es el caso de los aceites prensados ​​en frío. Razón de más para utilizarlos como aderezo para ensaladas y no para preparar platos calientes.