Maloca, un paraíso gastronómico junto al Mar Menor

Hace 5 años una pareja de empresarios cartageneros decidieron apostar por La Manga para abrir su pequeño oasis a orillas del Mar Menor, así nació el restaurante Maloca. Tras mucho esfuerzo y haber soportado varias DANAS y una pandemia, Maloca brilla como nunca ofreciendo una experiencia gastronómica única con el fin de que sus clientes encuentren un sito de paz y libertad para reunirse con amigos y familiares. El restaurante gira en torno a una Maloca, una construcción típica de las tribus indígenas del Amazonas, que ejercía como templo permitiendo a la comunidad vivir en armonía con la naturaleza. Con esa idea, se fraguó la filosofía del restaurante Maloca, convirtiéndose en un lugar de reunión y celebración donde poder disfrutar con amigos y familia al mismo tiempo que se disfruta de la naturaleza.

Otro de los puntos que caracteriza a Maloca es su ubicación privilegiada en la playa de los Alemanes, donde se puede contemplar uno de los mejores atardeceres del Mar Menor y, por su cercanía a las Salinas de Marchamalo, un enclave con alto valor ambiental y cultural. Para completar su oferta gastronómica y ocio, dentro del recinto se encuentra Pura Playa, un área orientada a poder disfrutar las maravillosas puestas de sol que ofrece el Mar Menos junto a la mejor selección de cócteles, amenizado por algunos de los mejores DJs de la región.

De cara a la temporada de verano, Sergio Conesa, chef de Maloca, ha preparado una sorprendente carta de verano donde los protagonistas son los entrantes y platos para compartir, con el fin de que los visitantes puedan probar durante su estancia varias elaboraciones y disfrutar al máximo de la experiencia. Para abrir apetito empiezan con los aperitivos de bocado, entre los cuales destaca el falso ravioli trufado de carne, con el que se experimenta en un solo bocado una gran explosión de sabores, o una adaptación de un clásico de la gastronomía murciana como es la mini marinera maloca. Tras dar el primer bocado en esta experiencia, se da paso a los clásicos como el salmorejo cremoso con gamba roja y granizado de uva o el tiradito de salmón marinado con sorbete de mango acevichado, ideal para los días de altas temperaturas. Pero si se prefiere compartir, no falla la ensaladilla clásica con calabaza asada, encurtidos, sardinillas y raíz de raifort, que se ha convertido en una de las elaboraciones más demandadas de la carta, o la Tabla de queso gourmet que cuenta con queso de oveja nacional acompañado de trufa natural, curado con leche cruda, de cabra y queso azul de vaca de Galicia. Llegó el turno de los platos principales, donde los amantes de los sabores del mar podrán disfrutar con las mejores vistas del Mar Menor de platos como la parpatana de atún a la brasa con espuma de patata y demiglace de espina de atún o el bacalao a la brasa, acompañado de pisto casero y falso pil-pil. Para los amantes de la carne, recomiendan el chuletón o el entrecot de vaca Simmenthal, una carne muy tierna y jugosa que presenta un buen marmoleo que le aporta una gran jugosidad. Aunque una gran alternativa es la variedad de arroces que disponen, desde el típico caldero del Mar Menor hasta un arroz de pato, trufa y calabaza asada que está triunfando entre los comensales desde su introducción en la carta. Y como punto y dulce final se puede disfrutar de uno de los clásicos del restaurante como la tarta Pavlova con maracuyá y frutos rojos, un postre que sorprende tanto por su apariencia como su gran sabor, aunque para los fanáticos del chocolate no pueden dejar de probar el chocolate en 4D, un brownie cremoso con diferentes texturas de chocolate.

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