Madrid y Barcelona se quedan sin espacio: un tercio menos de viviendas para alquilar

Madrid y Barcelona parece que no están pasando su mejor momento en el mercado de viviendas. Últimamente, resulta complicado encontrar viviendas en alquiler en las dos ciudades más conglomeradas de España y no solo se debe a la subida de los precios sino a la reducción de la oferta en ambas urbes.

Uno de los portales de ventas más famosos de las últimas décadas ha informado de que en la actualidad el stock de vivienda está disminuyendo en la capital hasta el punto de que ha caído un 32% durante el año 2022 mientras que le sigue Barcelona con una reducción del 28%. El resto de ciudades tiene una reducción media del 17%.

Parece que el mercado se está haciendo cada vez más estrecho en las grandes urbes y los pisos en alquiler están disminuyendo. La reducción es muy llamativa en ciudades como Granada donde se alcanza una reducción del 48% y en Málaga que le sigue con un 41%. Luego hay otras ciudades como Alicante con un 36% de reducción seguida de Valencia con un 35%.

Otra ciudad que se ha visto afectada por la reducción de oferta es Teruel con un 32% menos seguido por Las Palmas de Gran Canaria con un 31% menos.

Ciudades en las que ha subido la oferta de las viviendas en alquiler

Madrid Y Barcelona Se Quedan Sin Espacio: Un Tercio Menos De Viviendas Para Alquilar

No todo parece de capa caída y es que en 18 capitales se ha percibido una subida. La ciudad con mayor oferta en viviendas de alquiler es Cuenca con un incremento de un 127% seguida por Ceuta con un 68%, Jaén con un 65% y Córdoba con un 62%. Otras ciudades que han tenido crecimiento son Girona con un 44%, Cádiz con un 32%, Vitoria con un 24%, Pamplona con un 22%, Lleida con un 21% y Castellón con un 19%.

Los barrios de Madrid y Barcelona son los más afectados

Madrid y Barcelona están con una oferta muy escasa en pisos y los precios no ayudan. En especial, los jóvenes entre 26 y 35 años no pueden permitirse alquilar un piso debido a los altos precios incluso en las zonas de extrarradio de ambas ciudades. Esto se traduce en una emancipación muy tardía y, en ocasiones, puede parecer incluso imposible.

En caso de querer optar a un alquiler, tendrían que invertir demasiado porcentaje de su ingreso mensual. Concretamente, tendrían que destinar un 39% de los ingresos a pagar tan solo el alquiler de un estudio por lo que el dinero del mes para el ocio se vería muy reducido.

El propio Banco de España recomienda no destinar más del 35% de la renta al pago del alquiler por lo que, en España, estaríamos un 4% por encima de lo recomendado. El hecho de superar este porcentaje quiere decir que los jóvenes en la actualidad tienen que sufrir para poder hacer frente a todos los demás gastos, ahorrar y poder destinar una pequeña cantidad al ocio.

L’Eixamplo y la Castellana son algunas de las zonas más caras para alquilar

Madrid Y Barcelona Se Quedan Sin Espacio: Un Tercio Menos De Viviendas Para Alquilar

Los precios están realmente altos a la hora de querer optar por vivir en un piso (de alquiler), pero lo están aún más si acudimos a zonas conocidas como l’Eixample en Barcelona o Castellana en Madrid. En estos casos, más de un 70% de los ingresos tienen que ir destinados a pagar el alquiler.

El salario medio de los españoles menores de 35 años en Barcelona es de 20.249 euros. No obstante, un estudio en el barrio de La Dreta de l’Eixample de 55 metros cuadrados tiene un precio de media de 1.526 euros al mes. Con este tipo de precios, los jóvenes tienen que invertir alrededor del 90% de sus ingresos para pagar el alquiler. Son cifras que resultan surrealistas y es por eso que el libre mercado termina siendo una trampa ya que se llegan a precios desproporcionados.

En el caso de Madrid, el barrio de la Castellana en Madrid tiene un precio de 1.218 euros al mes y la media de ingreso que recibe un madrileño al año es de 20.601 euros. En este caso, alrededor del 70% del salario estaría destinado a pagar el alquiler.

Hoy en día, los jóvenes tienen serias dificultades para poder independizarse a menos que comiencen a regularse los precios de los alquileres y se establezcan ciertos límites coherentes. No es de extrañar que personas rondando los 30 años sigan viviendo con sus padres o teniendo que compartir piso con otras cuatro personas más. Además, la independencia es una cuestión importante para la salud mental en muchas ocasiones ya que permite a la gente joven comenzar a establecer un sentido de la identidad más desarrollado.

De momento, los precios continúan estando por las nubes por lo que entrar en un piso de alquiler en Madrid en poco probable. Javier Ventas, vicepresidente de Soluciones de uDA indica que la rotación de viviendas en estos barrios con precios altos se encuentra en torno al 30% lo que los sitúa por debajo de la media.