Más de un tercio de la subida de los ingresos por cotizaciones de 2023 se debe al alza de las bases

Más de un tercio del incremento de los ingresos por cotizaciones previsto para 2023 en los Presupuestos de la Seguridad Social se debe al alza de las bases de cotización (máximas y mínimas), según ha explicado este lunes el secretario de Estado de Seguridad Social y Pensiones, Borja Suárez, durante la presentación de las principales líneas de las cuentas del sistema para el próximo año.

En concreto, la Seguridad Social prevé ingresar el próximo año 152.075 millones de euros en cotizaciones sociales, un 8,4% por encima de la liquidación prevista para 2022 (11.814 millones de euros más).

De este incremento del 8,4%, un total de 3,8 puntos se deben a la subida de la base media de cotización proyectada para 2023 o, lo que es lo mismo, la subida de las bases explicará algo más de 5.000 millones de euros del conjunto de 11.814 millones de euros en que aumentarán los ingresos por cuotas en el próximo año respecto a la cifra de liquidación prevista para 2022.

De estos 3,8 puntos que aportará al crecimiento de los ingresos el aumento medio de la base de cotización, Suárez ha indicado que 0,4 puntos responde al alza de las bases máximas en un 8,6% para 2023, y el resto tiene en cuenta el aumento que podrían experimentar las bases mínimas y «algunos elementos vinculados a la subida del salario mínimo interprofesional», aunque no ha querido entrar en más detalle, pues el SMI para 2023 se fijará en diciembre y su evolución coincide normalmente con la base mínima.

Por su parte, la puesta en marcha del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que establece una sobrecotización del 0,6% a partir de 2023 y durante un plazo de diez años, aportará algo más de dos puntos a la subida de los ingresos por cotizaciones sociales, en tanto que el crecimiento de la afiliación al sistema contribuirá con 2,6 puntos a la mayor recaudación por cuotas, según ha añadido Suárez.

DESVINCULA LA SUBIDA DE LAS BASES MÁXIMAS DEL DIÁLOGO SOCIAL

Tanto el ministro como el secretario de Estado han asegurado no entender la reacción de la CEOE y del mundo empresarial a la subida del 8,6% de las bases máximas reflejada en el proyecto presupuestario, no sólo porque se lleva hablando de lo que se quiere hacer «desde hace meses». «Quizá hemos dado por hecho algo que parecía evidente», ha apuntado Suárez al respecto.

Escrivá, por su parte, ha subrayado que las bases máximas «tienen que subir lo mismo que las pensiones», incluyendo la inflación. «Siempre se ha subido en términos reales. No estamos sorprendiendo a nadie», ha dicho el ministro, que ha desligado la subida de las bases máximas de 2023 en un 8,6% de la negociación en el diálogo social para acordar el ritmo adicional al que deberían subir la bases máximas y la pensión máxima a lo largo de los próximos 25 ó 30 años.

Con esta senda, lo que se pretende, ha explicado el ministro, es introducir «predictibilidad» a cómo evolucionarán las bases máximas, a diferencia de lo sucedido en otros ejercicios, donde las empresas se encontraban con alzas del 5% en los Presupuestos.

Así, el ministro es partidario de que esa senda progresiva de subida de la base máxima, que irá asociada a un alza de la pensión máxima, tenga en cuenta el 2% de objetivo de inflación del Banco Central Europeo (BCE) y otros elementos adicionales.

«Queremos romper con ese pasado de sorpresas continuadas en las bases máximas, queremos que esté parametrizado en todos sus elementos. Aquí lo que falta es una regla y eso es lo que estamos tratando de corregir. Antes de finalice año tendremos pactada esa senda a largo lazo, pero eso no afecta significativamente lo que hagamos en un año, son cosas disociadas. En el diálogo social estamos hablando de a largo plazo», ha apuntado Escrivá.

El ministro ha recordado que en 2021 y 2021 las bases máximas no subieron y que en 2022 lo hicieron en un 1,7%, mientras que en otros años, habiendo deflación y una caída de los beneficios empresariales, las bases máximas subieron un 5% durante dos ejercicios consecutivos. «Ahí no hubo ningún comunicado (de la CEOE)», ha señalado Escrivá.

El ministro ha recordado que el contexto actual es muy distinto al de 2020 y 2021, años de pandemia, donde el objetivo era mantener el empleo, razón por la que se aplicaron reducciones «extraordinarias» de cotizaciones que hicieron perder a la Seguridad Social del orden de 15.000 millones de euros en ingresos. «De eso se habla poco», ha afirmado Escrivá.

El titular de Seguridad Social ha añadido además que, si quiere debatir sobre los costes laborales en España, hay que hacerlo «con números». En este asunto, ha explicado, hay dos visiones: la de los costes de las empresas con orientación exportadora y la de aquellas que se dedican básicamente a vender a nivel interno.

En el primer caso, ha dicho, los salarios y costes laborales están creciendo por debajo de los países competidores, por lo que las empresas españolas «no están perdiendo competitividad». En el segundo, la de empresas que producen y venden en el mercado interior, «los datos parciales que hay» es que están manteniendo y ampliando en algunos casos sus márgenes, mientras los trabajadores están perdiendo poder adquisitivo.