El truco infalible para dejar tus paredes como recién pintadas

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Las paredes blancas tienen la cualidad de crear espacios luminosos y con un efecto óptico de mayor amplitud. Es el recomendado por los decoradores expertos para hacer que las estancias se van más grandes y reflejen la luz natural, para tener un ambiente mucho más iluminado y acogedor. También es un color que visualmente no cansa ni satura, como puede ocurrir con tonos intensos o con el papel pintado, y además combina con todo, es elegante, y nunca pasa de moda. Pero tienen un problema, y es que se mancha con mucha facilidad. Los humos, las manos, o el simple roce cuando hay niños o mascotas, es suficiente para que la pared se vaya ensuciando.

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PAREDES CON PINTURA DE ACEITE

Si la pared está pintada con pintura de aceite, haremos la siguiente mezcla:

  • 1 litro de agua tibia
  • 1 cucharadita de lavavajillas
  • 2 cucharadas de vinagre

Revolvemos todo en un cubo y humedecemos en esta mezcla una esponja suave. Escurrimos y pasamos por las paredes. Después aclaramos con un trapo o con otra esponja humedecidos en agua limpia. Lo último es abrir un rato las ventanas para que se seque todo cuanto antes. Si queremos limpiar las paredes de la cocina que suelen acumular suciedad de humo y grasa, podemos pulverizar antes un producto, desengrasan antes de proceder a limpiar.