El cambio de Eugenia Martínez de Irujo también está más que claro a través de las imágenes. Porque se dice que las comparaciones son odiosas, pero en este caso, vamos a ser muy odiosos. Estaremos comparando imágenes de diferentes años para poder ver, de una manera más clara, su gran cambio físico.
Sí es cierto que el tiempo pasa para todos y que son muchos los que lo llevan un poco peor. Pero además, los famosos intentan estar siempre perfectos y en ocasiones lo consiguen, pero añadiendo un aspecto un tanto más diferente o quizás, hasta desconocido. Porque el rostro es donde más delata todos los pasos por quirófano.
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Finales de los 80
Con unos 20 años aparece Eugenia Martínez de Irujo así, posando como nadie. La joven es la única hija de Cayetana Fitz James y son numerosas las ocasiones en las que aparecen juntas. Al ser de una familia con renombre, está claro que las revistas y los cotilleos pronto comienzan a hacer de las suyas y a incluirla dentro de cada noticia.
Cuando cumplió su mayoría de edad, Eugenia ya comenzó a ser un rostro público. Es por ello que con 20 años ya se hablara de una relación. Parece que se enamoró como nunca y estuvo un par de años viviendo dicho amor. Su rostro jovial ya nos indica el buen momento que atraviesa y como vemos, parece que la melena rubia siempre ha ido con ella.
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Toda una estudiante
Sabemos que los integrantes de las clases más altas, también tienen que estar bien formados. No solo se trata de poseer unos títulos nobiliarios sino que también, cuentan los otros como a todos los mortales. La joven Eugenia Martínez le llamó el mundo empresarial y así lo hizo. Se puso a estudiar la carrera de empresariales.
Pero poco tiempo después de su primer amor, ya llegaría otro. Aunque en estos casos y estas edades, nunca se sabe si realmente son amoríos pasajeros o quizás, relaciones un tanto más duraderas. Lo que sí es cierto es que Eugenia era una de las principales protagonistas de las grandes portadas de las revistas españolas.
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Boda
Ya en los años 90 comienza una relación con el torero Francisco Rivera Ordóñez. Un noviazgo que dio mucho de qué hablar, sobre todo para el mundo del corazón. Unos años después, se daría el sí quiero por todo lo alto. Una boda de la que muchos fueron testigos y es que, Eugenia Martínez se convertía en toda una princesa de su cuento de hadas.
Claro que como bien sabemos, los cuentos de hadas quedan relegados al papel y también al mundo de la televisión. La ficción es lo que nos dejan y una vez más, su amor se terminaría aunque en este momento, le quedaría la alegría de haber sido madre. Un paso decisivo en la vida de Eugenia que parecía no perder nunca la sonrisa.
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Ciertas operaciones
Sin duda, el tiempo comienza a pasar. Algo que hemos vivido todos, pero muchos de los famosos parece que no quieren aceptar. Así es que, Eugenia Martínez comienza a hacerse algún que otro retoque, pero sin que se note demasiado. Uno de los primeros que se van apreciando es una reducción de los párpados.
Del mismo modo, al reducirse los párpados las cejas también suben algo más. De este modo, le estaremos dando una mayor expresión a los ojos y como tal, a la mirada. Aunque ella siempre la ha acompañado con maquillaje muy sutil y el cabello o flequillo a su alrededor. Parece que por el momento el cambio es bastante suave.
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Relleno de pómulos
Con el paso de los años, hasta hemos dejado de hablar de sus conquistas para centrarnos en sus operaciones. Aunque desde luego, todo ello puede ir de la mano. Eugenia ha seguido centrada en el amor y de ahí que lo haya intentado con algún torero más, pero con el que tampoco cuajó su relación.
Aunque sí que con Gonzalo Miró parecía una relación en toda regla y con gran consolidación. Mientras, por otro lado, Eugenia Martínez optó por un poco de relleno. Así se vería más guapa, si se rellenaba la parte de los pómulos y justo la zona baja de los ojos. Su cara iba tomando otra forma, así como su vida.
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Adiós a las patas de gallo
Las patas de gallo aparecieron en su vida. Así que, habría que hacer algo para poder decirles adiós. Eugenia no lo dudó y desde luego también buscó un remedio rápidamente. Parece que el año 2009 supuso un nuevo cambio para la pequeña del clan. Además de dejar atrás las arrugas, también la nariz sufría un nuevo cambio.
Era la mejor manera de darle la bienvenida a la misma. Con este resultado, sí podemos decir que se trata de una operación muy bien hecha ya que se la ha afinado un poco. Pero siempre dentro de las facciones pertinentes del rostro. Es por ello que hablamos de una gran armonía en su cara. ¿No lo crees así?.
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Mentón
Si antes mencionamos los ojos y los pómulos, otro de los grandes lugares para poder hacer algún que otro retoque, es el mentón. Sin duda, muchas famosas optan por esta parte para poder darle un nuevo aire a su cara. Así que, Eugenia Martínez no iba a ser menos. Contaba con un mentón bastante puntiagudo.
Pero todo eso cambió tras pasar por quirófano. Después de ello, se fue remodelando todo el rostro, para que tuviera un acabado más uniforme y no puntiagudo como hemos mencionado. De este modo, su barbilla es un poco más cuadrada. Algo que le otorga un nuevo toque más juvenil y proporcionado a su tipo de rostro.
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MADRID, 15/05/2010.- La Duquesa de Alba (d), que recibió hoy una de las Medallas de Oro de la ciudad de Madrid, concedidas por el Ayuntamiento, junto a su hija, Eugenia Martínez de Irujo, durante el acto de entrega de los galardones celebrado en el Palacio de Cibeles, sede central del consistorio madrileño. EFE/J.J. Guillén
Surco nasogeniano
Sí, cuenta con un nombre bastante curioso, pero podemos decir que se trata de una especie de hundimiento de la piel que cubre alrededor de los pómulos. Es algo que con el paso de los años, la piel pierde su elasticidad. Algo que necesita para verse más jovial que nunca. Así que, si nosotros lo perdemos, el quirófano nos lo devuelve.
Pero es algo que de nuevo, hay que recordar que está muy bien terminado. En este caso, se trata de rellenar dicho surco para que el rostro no añada más edad. Una manera de mantenerlo con una redondez más equilibrada y sin que las temidas arrugas comiencen a hacer acto de presencia en él.
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Tratamientos láser
Llegamos a esta imagen, donde muchos puede ser que no la reconozcan. Claro está que cuando van siendo pequeños retoques, no se notarán pero a lo largo de los años, siempre se muestra el conjunto de ellos y el cambio será mucho más brutal. Además de lo que hemos comentado, también Eugenia Martínez se ha hecho tratamientos láser.
En este caso, para mejorar su piel pero sobre todo, para eliminar ciertas marcas que tenía. Sí, esas marcas de la varicela han dicho adiós a su rostro. Para ello, el tratamiento láser es el idóneo, pero además, parece que ha rejuvenecido su escote con él y ha eliminado algunas manchas que ya tenía.
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