El Real Madrid ha confirmado una vez más su estampa de club grande en Europa con su participación en Champions League. El choque de Vuelta contra el Manchester City que se desarrolló hace pocas en el Santiago Bernabéu era, tal vez, la final adelantada de esta temporada. Sin embargo, los merengues supieron aguantar, y en el último minuto ocurrió la hazaña para que los de Carlo Ancelotti se llevaran una sufrida Eliminatoria -gracias al protagonismo de Rodrygo y Benzema-, que los pone a un paso de la gloria en el torneo más antiguo de Europa.
Una llave de infarto en Champions
Se esperaba al segundo finalista, ya que el día martes el Liverpool había amarrado su cupo en la final, luego de acabar con las esperanzas de un Villarreal que fue la revelación de este campeonato.
En la casa de los madridistas se esperaba una nueva remontada. Aunque por un momento dudamos que de verdad pudieran lograrlo.
Aun así, el cierre del compromiso fue heroico, y el equipo de la ciudad capital dejó petrificado a un Pep Guardiola que mereció más en esta edición, pero así es el fútbol.
