La Universidad de Sidney liderará un estudio sobre los procesos asociados al cambio climático en la Gran Barrera de Coral en el que participarán investigadores del grupo de I+D+i Geo-Ocean de la Universidad de Cantabria (UC), además de otro equipo de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda).
Este estudio, auspiciado por el Gobierno australiano, comenzará en junio y promoverá el conocimiento científico en este ecosistema de gran riqueza ecológica y especialmente sensible a los procesos asociados al cambio climático: subida de temperaturas y del nivel del mar, aumento de la intensidad y frecuencia de los ciclones tropicales, variabilidad climática, etcétera.
Bajo el título ‘The Great Barrier Reef in 2100’, el estudio analizará cómo va a afectar el cambio climático a la Gran Barrera de Coral en los próximos 80 años. La labor de la UC en el mismo, que se ha canalizado a través de la Fundación Leonardo Torres Quevedo, es el desarrollo de los modelos necesarios para hacer las proyecciones de cambio climático de alta resolución -oleaje, nivel del mar y cambio de temperatura de los océanos- en toda la zona, que se extiende a lo largo de 2.000 kilómetros, tiene una anchura de entre 20 y 50 kilómetros e incluye más de 2.000 islas sumergidas y atolones.
«Es una alegría que se haya contado con nosotros para realizar esta tarea; hay muchos investigadores en Australia que están trabajando en este tipo de modelado», explica Fernando Méndez, responsable del grupo Geo-Ocean.
Este resultado es fruto de la experiencia adquirida por los científicos de la UC en los últimos años con proyectos en Nueva Zelanda, Fidji, Samoa y Tonga, así como en las Islas Marshall. Según Méndez, tienen «bastante conocimiento» de las dinámicas que se producen en estas latitudes, que analizan combinando bases de datos de variables meteorológico-oceanográficas de escala global, técnicas estadísticas y modelos hidrodinámicos de oleaje y de corrientes.
En el caso de la Gran Barrera, «está siendo sometida a un estrés extra por la subida de temperaturas y nivel del mar, por el aumento de intensidad y frecuencia de los ciclones… toda la matriz coralina se está debilitando y un estudio en profundidad es necesario». Se trata de un entorno ideal para probar todos los modelos y también «un reto, porque va a ser necesario desarrollar metodología ad hoc», apunta Méndez.
En esta iniciativa de tres años, el trabajo de los 14 investigadores de Geo-Ocean será clave en el primer año, definiendo la metodología que luego se aplicará para analizar los cambios en la morfología de la Gran Barrera y en la línea de costa. Estas tareas serán coordinadas desde la Universidad de Sidney por el equipo de la investigadora Ana Vila-Concejo. En Auckland el investigador principal implicado es Giovanni Coco, ha informado la UC en nota de prensa.