Un huevo frito es en definitiva una de las preparaciones más básicas de la cocina; y, aunque se crea que todo el mundo sabe freír un huevo, lo cierto es que hasta para hacerlo en el punto en que deseas comerlo, es necesario aplicar uno que otro truquillo.
Son varias las formas que hay para disfrutar de este proteico alimento cuando se prepara frito: con puntilla, sin puntilla o con una yema aguadita para mojar el pan, sea como sea estará genial, pero, ¿qué hay que hacer cuando se quiere disfrutar de una yema bien cocida?. Puedes estar tranquilo, pues hoy te diré lo que debes hacer y lo que por nada del mundo debes intentar para tener este rico resultado.
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Un huevo frito con la yema bien cocida: una excelente oportunidad para disfrutarlo de múltiples maneras
Los huevos son uno de los alimentos más versátiles que puedes disfrutar. Su sabor, y la forma perfecta en que combinan con cualquier plato a diferentes horas del día, hacen de este producto un infaltable en el hogar.
Si bien, comer un huevo frito con la yema aguadita, otorga el placer de poder mojar el pan o humedecer el arroz mientras cortas el huevo en un plato de arroz a la cubana, lo cierto es que comerlo bien cocido es una oportunidad de consumirlo con todo su sabor y cremosidad tal como lo haces cuando lo preparas duro.
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Ventajas de comer el huevo con la yema bien cocida
Te levantas un lunes por la mañana, preparas a los niños para el colegio, te vistes rápidamente para ir a tu trabajo, fríes un huevo rellenas un pan y comienzas a comerlo, mientras recoges las llaves para salir a toda prisa cuando de repente: ¡horror! Mordiste el pan y se ha chorreado la yema del huevo arruinando tu linda blusa.
Ese panorama es más común de lo que crees y puede suceder en el momento menos oportuno. Una de las mayores ventajas del huevo con la yema bien cocida, es que evitas este tipo de accidente, y también, disminuyes la proliferación de bacterias dentro de la yema si no lo consumes de inmediato… Buen punto a tener en consideración.
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Estos son los utensilios que necesitas para lograrlo
Para quien nunca ha cocinado un huevo en aceite caliente, es posible llegar a pensar que basta con una sartén cualquiera, aceite y listo. Sin embargo, bien sabemos que no se trata solo de eso.
Necesitas un buen sartén antiadherente para evitar inconvenientes, pues, por mucho que te esfuerces en cocinar un huevo frito perfecto, si este se queda pegado a la sartén, no hiciste nada. Aparte de una buena sartén antiadherente, requieres una espátula muy delgada y de preferencia de silicona para que no dañe la superficie de la sartén.
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Huevos frescos, ¡siempre!
Esta es una premisa que debes tener siempre que vayas a preparar un huevo. Y no solamente frito, sino como sea que vayas a disfrutarlo.
Cuando utilizas huevos frescos, disminuyes considerablemente el riesgo de quemaduras; y además, evitas que la yema se quede literalmente pegada a la cáscara cuando cascas el huevo e intentas vaciar su contenido.
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¿Vas a freír un huevo?, cuida que su temperatura sea la correcta
No hay discusión al respecto. La gran mayoría de los consumidores de huevos saben que la mejor manera de conservar este alimento es dentro de la nevera.
Los huevos a temperatura ambiente se someten a fluctuaciones de temperatura importantes que pueden llevar a su deterioro rápidamente; mientras que, al guardarlos en la nevera de forma correcta, se les protege de este factor. Ahora bien, siempre que los vayas a cocinar, sácalos de la nevera antes de hacerlo para que estén a temperatura ambiente antes de echarlos en la sartén y así su cocción se hará de manera pareja.
Saca los huevos de la nevera al menos con unos 30 minutos de anticipación, pero, no permitas que transcurran más de dos horas antes de prepararlos.
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Ni mucho, ni poco: la cantidad de aceite es importante
Cuando se fríe un huevo, es común observar como una gran cantidad de aceite es vertida en la sartén con la intención de evitar que este se pegue. Pues bien, nada más alejado de la realidad. Haciendo esto solo desperdicias aceite e inundas el huevo en grasa.
Para lograr un huevo frito perfecto, un par de cucharaditas de aceite bastarán. Claro esta, debes usar la cantidad proporcional al tamaño de la sartén y el número de huevos que vas a preparar.
Conoce el secreto de los grandes chefs para evitar que les salte el aceite mientras fríen un huevo.
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La temperatura del aceite: un punto que debes cuidar para lograr el resultado esperado
La temperatura del aceite es un factor importante a tener en cuenta cuando quieres lograr una yema bien cocida.
Si el mismo está demasiado caliente, al primer contacto el huevo formará puntilla y será difícil voltearlo sin riesgo de quemadura para ti. Por lo tanto, cuida que la temperatura gire en torno a los 130 °C y el resultado será el esperado y sin grandes riesgos de quemaduras para ti. No esperes que el aceite comience a humear para poder freír el huevo.
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Vierte el huevo con cuidado
Si bien, este consejo no es solo para lograr una yema bien cocida, igual debo recordártelo para evitar complicaciones.
Casca el huevo preferiblemente en una taza antes de llevarlo a la sartén; de esta manera podrás observar su frescura y además evitar riesgos innecesarios de quemaduras o que caigan trozos de cáscara en el aceite. Una vez en la taza, voltea esta con cuidado y déjalo caer con suavidad.
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Voltéalo para que la yema quede perfecta
Para que logres una yema bien cocida, la clave del éxito es voltear el huevo y permitir que esta se cuaje de manera perfecta al contacto con el aceite caliente.
Cuando observes que la clara ha dejado de lucir transparente y babosa, y comienza a lucir de color blanco, esta es la señal para poder voltearlo sin riesgo a que se rompa. Una vez que lo hayas volteado con la ayuda de la espátula delgada, déjalo por uno 40 segundos y retíralo con cuidado.
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Esto es lo que nunca debes hacer
Con frecuencia, al buscar una cocción completa de la yema, se suele usar una cuchara y verter aceite caliente sobre la yema… Esto no debes hacerlo más, pues, corres el riego de quemaduras o de reventar la yema.
Evita también voltear el huevo apenas lo pones en la sartén, ya que con toda seguridad, harás que se rompa, porque la clara no estará cuajada aún. El máximo consejo para hacerlo perfecto, es tener un poco de paciencia y seguir todos los pasos que acabo de compartirte.
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