También conocida como jibia y choco, la sepia es la base para preparar grandes platillos con sabor a mar y bien puede disfrutarse frita, a la plancha o en un rico guiso con patatas. Este molusco con cuerpo en forma ovalada forma parte del recetario de la zona norte de España y de buena parte de la cocina mediterránea; y si bien, su sabor es muy demandado, cocinarlo perfecto, tiene su truco.
La consistencia de su carne suele ser muy parecida al calamar, y tal como sucede con este cefalópodo, para alcanzar el punto exacto, es necesario seguir algunos consejos.
4Limpia la sepia para un mejor resultado
Una vez que la tengas en casa, toma la sepia y lávala con una buena cantidad de agua fría. Ábrela y retira su espina interna, luego voltéala y tira con fuerza eliminando la fina y delicada piel que la recubre.
Extrae con cuidado la bolsa de tinta, esta puedes desecharla o decidir usarla en la cocción de este cefalópodo. Para finalizar, simplemente, vuelve a pasarla por agua muy fría y estará lista para cocinar.