Las grasas trans son un tipo de ácido graso insaturado que encontramos en los alimentos y consumirlo en exceso puede llegar a ser muy dañino para el organismo, principalmente podemos hallarlo en productos industrializados que han sido sometidos a hidrogenación, que no paras de consumir y con los que te envenenas.
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Grasas trans según Judit López
La nutricionista Judit López Izquierdo explica que las grasas trans se forman en procesos industriales, esto quiere decir que en un principio son grasas vegetales que posiblemente son saludables, pero que pasan por diversos procesos y acaban siendo perjudiciales.
¿Cómo se forman las grasas trans?
La gran mayoría de las grasas trans se formanpor medio de un proceso industrial que agrega hidrógeno al aceite vegetal, esto es lo que causa que el aceite se vuelva sólido a temperatura ambiente. Los alimentos que son elaborados con este aceite parcialmente hidrogenado tienen menor probabilidad de caducar, es decir, tienen una mayor vida útil.
Existen restaurantes en los que utilizan aceite vegetal parcialmente hidrogenado en las freidoras debido a que este no tiene que cambiarse tan seguido como otros aceites. También existen algunos productos lácteos y cárnicos que poseen una mínima cantidad de grasas trans naturales, pero aún no se conoce si esa grasa trans natural aporta algún daño o beneficio.
Otra manera de transformar las grasas vegetales en grasas trans es sometiéndolas a temperaturas y presiones elevadas para aumentar su punto de fusión. De esta forma, con este tipo de manipulación industrial, grasas que son saludables terminan convirtiéndose en una bomba de relojería para nuestra salud.
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¿Qué hacen las grasas trans en nuestro organismo?
Las grasas trans son consideras como el peor tipo de grasas que se pueden consumir y es porque estos ácidos grasos, a diferencia de otras grasas alimentarias, aumentan el colesterol “malo” y por lo tanto, reducen el colesterol “bueno”.
Cargar tu dieta con alimentos que tengan gran cantidad de este tipo de grasas aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, que es la principal causa de mortalidad de los adultos. Mientras más cantidad de grasas trans consumas, será mayor tu riesgo de sufrir enfermedades de los vasos sanguíneos y del corazón. De hecho, se dice que estas grasas se llevan medio millón de vidas al año en todo el mundo.
¿De qué manera nos perjudican las grasas trans?
Además de aumentar el riego de diabetes tipo 2, ataques cardiacos y accidente cerebrovascular, las grasas trans también tienen un efecto fatal en los niveles de colesterol. Este tipo de grasas aumentan el colesterol LDL y disminuyen el colesterol HDL.
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) contra las grasas trans
Las grasas trans son tan poco saludables que la Organización Mundial de la Salud inició una batalla en contra de estas, llevaban tiempo haciendo recomendaciones para reducir su consumo, pero ahora han tomado la decisión de erradicarlas por completo de la cadena alimentaria lo antes posible.
Se espera que para el 2023, haya resultados positivos de esta batalla en contra de las grasas trans, ya que estas son las responsables de medio millón de muertes anuales en el mundo entero.
¿Qué resultados pretende obtener la OMS con esta campaña?
Cuando los fabricantes de alimentos comiencen a cumplir con esta medida, se podrán prevenir miles de muertes y ataques cardíacos al año. Pero para esto, debe existir una regulación, porque mientras no sea así, los productos con grasas trans añadidas pueden seguir encontrándose en todos lados.
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¿Qué otras enfermedades puede producir el consumo excesivo de grasas trans?
Este tipo de grasa es tan dañina que no solo produce enfermedades cardiovasculares, como diabetes, colesterol, obesidad o hipertensión, sino que también pueden desarrollar enfermedades coronarias mucho más graves, que a la larga, podrían provocar la muerte.
Es por esta razón que la OMS quiere erradicarlas con la campaña ‘Replace’, de manera que todos los países, incluyendo desde los más ricos hasta los más pobres, tengan la posibilidad de suplantarlas por grasas naturales y vegetales más sanas por medio de nuevas leyes y fomentando hábitos más saludables entre la población.
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¿En qué alimentos podemos consumir grasas trans sin saberlo?
La grasa trans se conoce como aceite parcialmente hidrogenado y podemos encontrarlo en diversos productos alimenticios, entre los cuales podemos destacar:
- Margarina en barra
- Pizza congelada
- Crema para café sin lácteos
- Alimentos horneados, bien sea galletas, tartas o pasteles
- Frituras, como pollo frito, papas fritas o rosquillas
- Palomitas de maíz para microondas
- Masas refrigeradas, ya sea de panecillos o galletas
- Shortening
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Las grasas trans están casi en todos los alimentos procesados
Debemos tener presente que debido a la hidrogenación, las grasas trans están presentes en la bollería industrial, con esto nos referimos a cualquier magdalena o galleta que encontremos empaquetada en los supermercados.
Además, después de la transformación en grasas sólidas, estas grasas las consumimos a diario en los snacks que comemos entre horas, como por ejemplo, en las bolsas de papas fritas y sus derivados.
Las grasas trans también están presentes en algunos alimentos precocinados y algunos derivados cárnicos y lácteos, por lo que podemos asegurar que es un tipo de grasa que está muy presente en los alimentos que consumimos diariamente. Esta es la razón de la campaña que inició la Organización Mundial de la Salud y de su necesidad de erradicarla.
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¿Cómo podemos evitar el consumo excesivo de grasas trans?
Algunas empresas del sector alimenticio en España ya han eliminado las grasas trans, o por lo menos están en proceso de hacerlo, debido a las seguidas advertencias del organismo, una de ellas es Eroski, que retiró de sus alimentos de marca propia en el año 2010 y en el 2011, Lidl empezó a hacer lo mismo.
Este proceso debe acelerarse de aquí al año 2023, debido a que la OMS aspira que las legislaciones nacionales obliguen a todos los productores a hacerlo.
De momento, lo que recomiendan para evitar el consumo excesivo de grasas trans es seguir una dieta muy rica en alimentos naturales y vegetales, por ejemplo, legumbres, frutos secos, verdura, productos cárnicos bajos en grasas, fruta y cereales integrales. Solo así podemos asegurarnos de llevar una alimentación sana que nos aporte energía y no nos perjudique.
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