La mitad de los españoles observa tanta desinformación que ya no se cree «nada»

Un 54% de los españoles está de acuerdo con la afirmación de que hay tanta desinformación «que ya no me creo nada», según concluye el ‘Barómetro de la desinformación y los discursos de odio frente al migrante’ de Oxfam Intermon, Maldita.es y Atrevia.

El sondeo realizado en España a más de 2.000 personas pone de relieve que un 68% de los encuestados se considera incapaz de diferenciar lo que es real de lo que es una manipulación deliberada o un bulo y un 67% está preocupado por el impacto de la intoxicación informativa tiene en su vida real.

La investigación publicada este miércoles subraya que los españoles tienden a confiar más en la información que les traslada su entorno directo que en la que reciben de medios de comunicación tradicionales. Además, el 76% de los encuestados cree que los partidos políticos son los principales emisores de bulos en medios de comunicación y redes sociales.

Por otro lado, el estudio concluye que un 8,9% de los encuestados reconoce que reenvía informaciones que les llegan sin verificar primero si son ciertas. Por cada dos personas que verifican frecuentemente las noticias hay uno que no lo hace nunca o casi nunca.

Según alertan los investigadores de este informe, «el dato real podría ser más alto y esta ser solo la parte de la población que admite hacerlo con regularidad, según lo que sugieren otros parámetros de este estudio».

A este respecto, un 74% de los españoles asegura que nunca o con poca frecuencia pasa noticias o contenidos (memes, audios, imágenes) a otras personas sin antes confirmar que son ciertas; un 72% afirma que verificar la información es su trabajo y debe investigar lo que ve en redes sociales; al tiempo que un 15% dice que cuando recibe algo llamativo lo comparte en sus círculos para generar debate, aunque desconozca si es verdad.

El estudio también refleja que la mitad de la población elige vivir aislada de narrativas y opiniones contrarias a la suya, pues un 20,4% y un 29,7%, respectivamente, no accede nunca o menos de una vez a la semana a noticias de medios, organizaciones o personas no afines en opinión.

En este sentido, un 55% de la población encuestada no cree que vaya a cambiar de opinión en aspectos políticos y sociales, mientras que, para el 44,7% más abierto al cambio, su entorno cercano es medio de mayor influencia.

La investigación indica también que un 85% de los encuestados opina que existe una intención deliberada de manipularles a través de las redes sociales; un 68% cree que los perfiles falsos y la manipulación son más frecuentes que la información veraz; y un 8% dice sentirse representado por las opiniones polarizadas de las redes sociales.

En relación con su visión sobre las plataformas tecnológicas, un 73% de los españoles opina que priman sus intereses por encima de los de sus usuarios y un 59% sostiene que la falta de transparencia en los algoritmos y gestión de datos es una forma de censura. Además, el 41% cree que la libertad de expresión debe estar por encima de todo.

Respecto a las posibles soluciones para el fenómeno de la desinformación, el 70% vería con buenos ojos una mayor regulación pública de los contenidos en redes sociales y el 59% está de acuerdo con que se señalen las noticias falsas una vez que hayan sido verificadas por agentes independientes. El 76% está de acuerdo con que asuman las mismas obligaciones de verificación que los medios tradicionales.

Finalmente, el estudio apunta que la credibilidad del periodismo de verificación goza de buena salud ya que el 84% de los españoles lo considera una herramienta de defensa de la sociedad frente a las mentiras; un 85% defiende la necesidad de más formación ciudadana ante la desinformación y un 60% cree que le faltan herramientas contra la desinformación y los bulos.