El alcalde de Granada, de Cs, se mantiene en el cargo

El alcalde de Granada, Luis Salvador (Cs), se mantiene en el cargo después de que se cerrara sin acuerdo la reunión que mantuvo este pasado lunes con la dirección provincial del PP, formación con la que ha cogobernado desde el principio del mandato y que este martes ha roto este acuerdo pues pedía asumir la Alcaldía en la segunda parte del mandato.

Este martes han renunciado a sus competencias en el gobierno local los seis ediles del grupo del PP, a los que Luis Salvador, ha pedido, en una convocatoria de prensa en el Ayuntamiento, que reflexionen y vuelvan al equipo que gestiona el Ayuntamiento, y dos de Cs, uno de ellos el que ha sido su portavoz en el Consistorio, Manuel Olivares, que ha dejado el partido, que entiende que ha «virado al sanchismo». Lo releva el edil naranja José Antonio Huertas, que ha acompañado el alcalde en la comparecencia informativa y es el único corporativo que se mantiene con él al frente del Consistorio.

Después de que el ex presidente provincial del PP Sebastián Pérez se diera de baja de este partido sin renunciar a su acta de concejal, tras defender que al inicio del mandato municipal hubo un pacto entre los dos partidos por la fórmula del «dos más dos» que Salvador siempre ha negado, el secretario provincial popular en Granada, Jorge Saavedra, explicó en rueda de prensa que, «descartándose» el primero como «candidato a la Alcaldía», y dado que fue «el único obstáculo» para que hace dos años su formación obtuviera la vara de mando, se hacía necesario que el regidor por Cs diera «un paso al lado» al que Salvador se ha negado.

Hasta ahora Luis Salvador tenía cuatro de los 27 concejales que conforman la corporación, y gobierna en virtud del acuerdo que alcanzó al inicio de mandato con el PP –que obtuvo siete concejales en las pasadas elecciones municipales, entre ellos Pérez, ahora no adscrito– y Vox –que consiguió tres–. El PSOE fue la lista más votada y obtuvo una representación de diez ediles, y Unidas Podemos, tres.

«ESTABILIDAD» EN ANDALUCÍA

El regidor granadino ha asegurado que el debate del «dos más dos» no ha interesado más que a políticos y periodistas, y ha elogiado al presidente de la Junta, Juanma Moreno, por haber «conseguido la estabilidad» en el ámbito andaluz, «primando los intereses de los andaluces, sobre las encuestas».

«Lo que está pasando aquí no es pensar en los ciudadanos», ha reseñado Luis Salvador en referencia al PP de Granada que, a su parecer, «no ha parado de crear» un «debate estéril», mientras lo prioritario, a su parecer, es la lucha contra la pandemia y sus efectos. Preguntado por las limitaciones que le plantea la Ley de Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas, que apunta a la necesidad de al menos tres ediles para la constitución de la Junta de Gobierno Local, sin entrar en cuestiones técnicas, ha indicado que se podría buscar la fórmula para constituir este órgano.

En cualquier caso, ha asegurado que su prioridad pasa este miércoles por un encuentro en que tiene previsto reunir a directores, coordinadores y demás personal directivo del Ayuntamiento para distribuir las tareas vacantes del equipo de gobierno local. A su parecer, las comisiones informativas y el Pleno ordinario de este mes se desarrollarán «con absoluta normalidad».

En su intervención ante los medios, Luis Salvador se ha referido a las conversaciones en los últimos días con el PP después de que este partido le reclamara la Alcaldía tras la marcha de Sebastián Pérez al grupo de no adscritos, lo cual para él ha sido una «excusa», pues con su marcha el equipo de gobierno local se podría haber apartado de la «inestabilidad».

PIDE RESPETO A CS COMO FUERZA DE CENTRO

Ha pedido, en este contexto, respeto a Cs, que es «la llave» de gobierno de unos 200 ayuntamientos de España, y «igual que ha dado otras» alcaldías «la de Granada le corresponde». En este sentido, ha asegurado que entablará conversaciones con todos los grupos políticos del Ayuntamiento, menos los no adscritos, incidiendo en que su partido «ha dado estabilidad a Andalucía», y a otros muchos territorios, también con base en pactos con el PSOE, y que es garantía de que no haya «ni un solo caso de corrupción».

Ha recordado, en este sentido, que hubo de «reaccionar» ante la detención por supuesta corrupción del exalcalde popular José Torres Hurtado en el pasado mandato municipal, lo que conllevó, pese a que había apoyado inicialmente al PP, que la alcaldía recayera en el socialista Francisco Cuenca, que ahora podría volver a gobernar bien con la presentación de una moción de censura para la que necesitaría sumar a sus diez ediles los tres de Unidas Podemos y un no adscrito siempre que no proviniera de Cs, pues en ese caso habrían de sumar uno más por cada uno de ellos para reforzar esa mayoría, al ser el partido del alcalde.

Cuenca también podría obtener la Alcaldía como cabeza de la lista más votada en las pasadas elecciones municipales si en un nuevo Pleno de investidura, una vez el alcalde dimitiera, ningún otro candidato obtuviera la mayoría absoluta del Pleno, que se sitúa en los 14 ediles.

No es por el momento la dimisión la salida por la que opta Salvador, que ha reseñado que «en política no se está para hacer amigos», sino «para ser responsables» y ha conminado a sus hasta ahora compañeros en el grupo de Cs, Manuel Olivares y Lucía Garrido, que se presentó como independiente, que dejen sus actas como concejales tras renunciar a sus competencias en el equipo de gobierno local. En su opinión, por su parte no ha roto «puentes» con ningún partido, y ha recordado el espíritu de la Transición, incidiendo en que no cierra «puertas» a nadie y que trabajará por la estabilidad.

Ha incidido en que él siempre reflexiona, y que «el PP tiene también tiempo para reflexionar» para que su decisión sea «reversible» a la par que ha señalado, en referencia a esta última formación y su decisión de dejar este martes el equipo de gobierno local, que «nunca en la historia de Granada un partido había cometido tal irresponsabilidad» y que «muchos militantes van a estar muy descontentos».

Se dispone, por tanto, a gobernar por decreto, en tanto los «alcaldes tienen muchas posibilidades» ateniéndose al reglamento local para que «las cosas funcionen bien» con base a técnicos y funcionarios que son los lo «garantizan» en «el día a día».