Illa advierte de que el Gobierno catalán no tiene agenda para el reencuentro

El exministro de Sanidad y presidente del Grupo Socialista en el Parlamento catalán, Salvador Illa, ha asegurado que el Gobierno catalán «no tiene agenda para el reencuentro entre catalanas y catalanes a la vista» y que el nuevo presidente catalán se sigue inclinando por los verbos «confrontar y desafiar».

Illa realiza estas afirmaciones, en la revista El Socialista, y las hace en plena polémica sobre los indultos que el presidente Pedro Sánchez ha justificado en aras de la concordia y la convivencia en Cataluña.

El actual jefe de la oposición en el Parlamento catalán explica en esa publicación del PSOE que el actual Ejecutivo catalán es un «gobierno desunido» que renueva una «apuesta política perdedora sustentada en la retórica independentista vacía que promete de nuevo la ensoñada ‘república catalana'».

Además, carga contra el recién estrenado Govern, asegurando que se olvida de una parte del país y que no dibuja ningún horizonte de futuro, pues hay ausencia de proyecto para acometer con éxito la lucha final contra la pandemia, que ha de impulsar la reactivación económica –con la ayuda de los fondos europeos– y la reconstrucción social.

«Tampoco hay agenda para el reencuentro entre catalanes y catalanas a la vista, ya que el presidente Aragonès se inclina por seguir conjugando verbos, a mi juicio, extemporáneos: confrontar, desafiar», alega Salvador Illa en un artículo titulado «Somos la alternativa».

«En definitiva, más de lo mismo», insiste el exministro, quien advierte de que estos «no son buenos los augurios que planean sobre el futuro político inmediato de Cataluña», que afronta, dice, «unos meses cruciales para su futuro de la mano de una fórmula de gobierno caducada, inoperante, divisiva y fracasada.

Precisa, a este respecto, que el actual Govern es solo «de conveniencia» y formado con el único objetivo de mantenerse en el poder y de entorpecer el cambio que se precipitó en las urnas hace ya más de tres meses.

Por ello, asegura que ante este panorama que califica de «desalentador», los socialistas deben conjurarse desde la oposición a trabajar para sacar a Cataluña del pozo de la «decadencia y el desánimo».

NO DAR TREGUA AL GOVERN

«Creemos en Cataluña, su gente y conocemos nuestras potencialidades», afirma y añade que han perdido demasiado tiempo, por lo que no van a dar tregua a este Gobierno de dos más uno (ERC y JxCat, junto con los anticapitalistas de la CUP).

«Haremos una oposición responsable pero contundente desde ya; plantaremos cara y plantearemos una alternativa, la que acierta en las prioridades –lucha contra la pandemia, reactivación económica, reconstrucción social para que nadie quede atrás y reencuentro Cataluña adentro y con el resto de España– y la que sentará las bases para que el cambio irreversible que se fraguó el 14F se haga realidad cuanto antes», apunta Illa.

El dirigente socialista catalán afirma, no obstante, que los socialistas arrimarán el hombro en todo lo que esté relacionado con el combate contra el virus y los fondos europeos, por que su prioridad es que Cataluña avance.

«Lo peor que podría pasar es que, por comodidad o cobardía, no tuviéramos la lealtad de decir en cada momento lo que es necesario», se justifica.

Y añade que «si unos y otros quieren hacer algo positivo, que nadie se deje influenciar por una visión raquítica o demasiado personal de lo que debe ser esta gran acción de conjunto de todas las fuerzas catalanas». Citando así las palabras que pronunció su «admirado» president Tarradellas en 1955 y que hace suyas en este artículo.

«EL CAMBIO EN CATALUÑA SE INICIÓ EL 14F»

El exministro se muestra convencido de que en las elecciones del 14 de febrero, con la victoria del PSC tanto en votos como en escaños, ha supuesto que el «cambio» en Cataluña haya iniciado su andadura porque las opciones de izquierdas, por las que se inclinaron los ciudadanos, suman en el Parlamento catalán 74 escaños.

Sin embargo, considera que ERC ha sorteado la nueva corriente que empezó a fluir el 14F y apunta que puede ser por miedo, cobardía, irresponsabilidad o por las tres cosas. Por el contrario, cree que el partido de Pere Aragonés ha preferido amarrarse en un puerto que se sabe que «es malo».