Carlos Arenillas, exvicepresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), ha afirmado que las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC, por sus siglas en inglés) «pueden ser el dinero del futuro» y transformar el sistema financiero.
«La innovación menos destacada por los medios puede terminar siendo la más disruptiva, y es la creación de monedas digitales por los estados o sus bancos centrales. Es muy posible que ese sí sea el dinero del futuro y suponga una transformación del sistema financiero», ha destacado en su intervención en Digital Coin & European Financial System Sevilla Summit.
Arenillas ha subrayado que el presente de los criptoactivos es «confuso y opaco», con «muchos tokens se parecen demasiado a un esquema Ponzi y una parte ellos son casi con toda probabilidad burbujas que explotarán», en referencia a dogecoin.
«El presente de los criptoactivos en las finanzas es confuso y opaco, muchos tokens se parecen demasiado a un esquema Ponzi, pero tecnologías como la DLT han venido para quedarse y los criptoactivos con un claro modelo de negocio sobrevivirán», ha señalado.
Asimismo, ha llamado la atención sobre su «efervescencia y volatilidad», que según él, «podrían hacer que algunas criptomonedas y sus bolsas se regulasen antes como portales de apuestas que como segmentos del mercado financiero».
Pese a estas características, ha defendido que los criptoactivos que tengan un claro modelo de negocio sobrevivirán, porque tecnologías como la DLT han llegado para quedarse, aunque deban aún mejorar en número y capacidad de transacciones, en seguridad y en reducir su consumo de energía.
Su intervención ha precedido una mesa redonda en la que han participado el presidente de Renta 4 Banco, Juan Carlos Ureta; el consejero delegado de Devs on Trees, Alberto Martín; la responsable de Tesorería Internacional de Agbar, Rosa María Ruzafa, y el director de Crypto Plaza, Jesús Pérez.
En cuanto al futuro de los criptoactivos, Ureta ha señalado que las oportunidades «son muy superiores a los riesgos», pero ha calificado como necesaria una buena regulación del sector, «dado su crecimiento vertiginoso».
«En el último año, se ha incorporado entre 20 y 25 millones de nuevos inversores de bitcoin, que han comprado muy caro. Si se deprecia gravemente y no está regulado, las consecuencias pueden ser severas», ha incidido.
Pérez ha sostenido que estamos ante toda una nueva arquitectura que va a permitir mucha más actividad económica en cualquier tipo de sectores y que democratiza el ahorro e incluso el pago, por lo que nacen empresas financieras de nueva generación, con costes operativos muy bajos.
Por su parte, Martín ha añadido que hay productos financieros que no deberían estar al alcance de todo el mundo, como ya sucedió en casos del pasado como las preferentes y que para la banca tradicional «hay un tema de gestión de riesgos a resolver».
Ruzafa, de su lado, ha pedido en este sentido «una labor divulgativa para las empresas -especialmente pymes- y para el público general», porque se hay que «culturizar en tecnología blockchain.