Rafa Mora y otros colaboradores de “Sálvame” que han quedado como analfabetos

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No es ninguna sorpresa enterarse de que para trabajar en “Sálvame” no te exigen tener un doctorado ni te piden que te pongas a recitar La Ilíada. La cosa es mucho más chusca, y el nivel de exigencia mucho más bajo. Los sueldos que se pagan, eso sí, seguro que son más altos que los de los doctores, y ni que decir tiene, que los de quienes se saben La Ilíada de memoria. Ciertamente, la cosa da rabia. Y el recurso fácil, el del orgullo herido, es burlarse de los colaboradores de “Sálvame” por ignorantes y analfabetos. Desde luego, algunos así lo han demostrado en sus intervenciones.

Es imposible esperar de “Sálvame” y otros realities un estilo retórico elevado, rico y plagado de referencias culturales. Cierto es que a Jorge Javier Vázques, presentador de ese programa y de otros tantos, sí que le gusta hacer gala de sus conocimientos culturales y literarios. Pero él mismo es consciente de que el nivel a su alrededor está muy lejos del suyo. No le hace falta más que intercambiar unas pocas frases con ellos para darse cuenta de que no está precisamente en una tertulia literaria. Estos son algunos de los colaboradores de “Sálvame” que han dejado en evidencia su escaso nivel cultural.

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Ylenia Padilla

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Ylenia Padilla ha vivido básicamente para dos cosas: la fiesta nocturna y la televisión, sobre todo los realities. Con una vida tan agitada no le ha quedado demasiado tiempo para estudiar y formarse culturalmente. Desde su aparición en “Gandía Shore”, Ylenia Padilla se ha convertido en un icono de lo “choni”, lo cual incluye en el paquete una ignorancia no disimulada y de la que incluso mostrarse orgullosa.

Con esas condiciones, no es de extrañar que sus declaraciones le hayan pasado factura más de una vez. Ella habla y suelta por esa boca lo primero que se le venga a la cabeza. Y luego, claro, llegan las críticas y las repercusiones. En el año 2015, por ejemplo, Ylenia Padilla estaba concursando en “Gran Hermano Vip” y llamó “agarrados” a los catalanes. El revuelo fue tremendo, e incluso Jordi González, el presentador, la llamó abiertamente “ignorante”.

Hace muy poco, este mismo verano, volvió a liarla. Y mucho más gorda que la anterior. Esta vez fue a propósito de la vacuna contra el coronavirus. “No voy a dejar que unos inútiles me obliguen a ponerme nada. Sí, lo digo”, escribió en su cuenta de Twitter. La lluvia de críticas no se ha hecho esperar, y buena parte de ellas la acusaban de “ignorante” y “analfabeta”. Ella, lejos de retractarse, se afirmó aún más en su posición: “Han dejado puticlubs y fiestas taurinas funcionando. ¿Y yo me tanto que meter en la vena algo que ellos me digan que es bueno? Su credibilidad no existe. La incoherencia e incompetencia tiene consecuencias”.