La cantera del FC Barcelona, cuya estructura central es conocida como La Masía, es una de las más prolífcas del mundo. De ella han salido algunos de los mejores jugadores de los últimos tiempos e incluso varios de los mejores de la historia. La calidad técnica, táctica y también en términos de educación de los futbolistas es muy alta, un hecho que es innegable; más al ver que sus jugadores alimentan tanto la primera plantilla blaugrana como a varios equipos en las mejores ligas del planeta. Sin embargo, hay algunos que se han perdido a lo largo de los años y poco a poco luchan por resurgir; uno de los mayores ejemplo es el de Bojan Krkic.
El español despuntó desde su etapa como juvenil y logró asentarte durante un tiempo en el primer equipo del Barça, en el que fue una pieza importante. No obstante, como ha sucedido con otros canteranos azulgranas, las ganas de demostrar su talento con más regularidad y también de demostrar que podría destacar fuera de un ambiente de confort lo hicieron aceptar el reto de salir; pero a partir de entonces ha tenido algunos tropiezos que han mejorado mucho su carácter hasta llegar a una estabilidad en un lugar algo inesperado para su edad. Bojan Krkic es un gran caso para analizar desde sus inicios con los blaugranas, porque realmente fueron impresionantes.
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Un comienzo increíble el de Bojan Krkic
Dentro de la cantera blaugrana uno de los nombres históricos es el de Bojan Krkic. La precocidad con la que superó etapas es uno de los hechos que impresiona a cualquiera que repace un poco su carrera. El español superó etapas a una velocidad increíble, tanto así que por su calidad era puesto a jugar con chicos mayores. Esa técnica para hacer explotar sus habilidades lo hizo todo un rompedor de récords; pero es que no solo eso hizo que quemara etapas muy rápido, sus goles fueron la razón principal de que escalara rápidamente en los equipos filiales del Barça.
Los más de 950 goles que marcó entre Barça Fútbol Base, Barça Cadete A, Barça Juvenil A y FC Barcelona B fueron suficientes para ver que estaban ante un jugador superlativo. En el 2007, con 16 años, debutó con el primer equipo, desde entonces no pararía de crecer y de romper marcas; tanto así que Bojan Krkic comenzó a generar el mismo furor que causó Messi cuando surgió de la cantera. En su primera temporada completa con el club catalán (2007-2008) marcó 10 goles en Liga siendo el principal sostén de Rijkaard como entrenador; no obstante, todo cambió al llegar Guardiola al equipo.
Aunque el de Sampedor le otorgó muchas oportunidades y en cada una de ellas trato de aprovecharlas de la mejor forma, lo cierto es que en los duelos importantes siempre estaba en el banco. Ante esa situación, la promesa catalana decidió abandonar el Barcelona tras cuatro campañas y con un gran palmarés que incluye tres Ligas, dos Champions League, una Copa del Rey, dos Supercopas de España, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes. Sin duda sus comienzos fueron impresionantes.
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España quiso asegurarlo de inmediato
Nacido en Lérida, Bojan Krkic se ha sentido español durante toda su vida, pero hubo tiempo que sobre él se puso la sombra de una Serbia que no quería dejar escapar un talento de su magnitud. Aunque siempre jugó con todas las categorías menores de la selección de España, lo cierto es que las raíces de su padre, nacido en Serbia, estaban tirando fuerte para que representara a ese país a nivel internacional.
Al ver ese panorama, toda la maquinaria de la RFEF se movió para asegurar que la promesa jugara con el combinado español. Tras algunos intentos infructuosos, estuvo muy cerca de integrar la selección que ganó la Eurocopa en el 2008, al fin pudo debutar en partido oficial ante Armenia, en las eliminatorias para el Mundial de Sudáfrica 2010; aunque ese sería el único duelo que disputaría con la selección absoluta.
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La promesa que nunca explotó
Luego de sorprender a todo el mundo del fútbol en el Barcleona, Bojan Krkic salió con la misión de demostrar que todo lo que hizo lo podría repetir y mejorar en otros lares. La Roma fue el equipo elegido por el español, que decidió ir allí gracias a la propuesta que le hizo un Luis Enrique que quería implantar una filosofía estilo blaugrana en el conjunto italiano. A pesar de las grandes expectativas que creó solo pudo anotar siete goles en 37 partidos y a partir de allí comenzó un baile de traspasos y cesiones que lo pusieron en caída libre.
Su paso por el AC Milan y por el Ajax fue casi anecdótico, debido al poco aporte que hizo en ambos conjuntos. Al final de su cesión con el conjunto neerlandés, el Stoke City decidió apostar por Bojan Krkic y lo llevó a la Premier League; no obstante, en dos temporadas allá no logró llegar a un nivel adecuado para las exigencias del equipo. En el 2016 saldría cedido al Mainz 05, pero en la Bundesliga solo consiguió marcar un tanto. Ya la temporada siguiente, en el 2017, fue cedido al Alavés y allí le iría peor, porque no logró anotar ni una sola vez. Su estancia en Europa terminaría en el Stoke, en la campaña 2018-2019, y se despediría marcando un solo tanto.
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Montreal es el nuevo hogar de Bojan Krkic
Ese baile de equipos que protagonizó Bojan Krkic definitivamente no lo ayudó a mejorar en su juego y por ende, a tener una estabilidad necesaria para destacar. Su etapa final en Europa fue muy decepcionante, por lo que el español decidió darle un reinicio a su carrera y eligió la MLS para hacerlo y en el 2019 fichó con el Montreal Impact. Con el conjunto canadiense ha encontrado ese lugar donde destacar sin la presión de ser una gran estrella por su paso por el Barcelona.
Sin nada que perder, Bojan Krkic se ha convertido en un puntal en el ataque del Montreal Impact y en estas dos campañas allí ya tiene seis goles en 22 partidos. La MLS se ha convertido en el nuevo hogar del español que apuntaba cosas fantásticas cuando comenzó a despuntar en las categorías inferiores del Barcelona; sin embargo, su llama se fue apagando poco a poco y aunque ahora sigue brillando, lo hace con una intensidad menor en una liga en la que nadie imaginó verlo a estas alturas de su carrera.
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