Miranda de Ebro empieza su segundo confinamiento con «preocupación» entre sus vecinos

La localidad burgalesa de Miranda de Ebro afronta su segundo confinamiento con «preocupación» entre sus vecinos, especialmente entre los empresarios, según han reconocido algunos de ellos a Europa Press.

La Junta de Castilla y León ha decretado la orden de aislar todo el municipio durante al menos catorce días para evitar la transmisión comunitaria de la COVID-19, después de que en las últimas semanas el número de contagios haya aumentado exponencialmente.

La medida ha supuesto el cierre de todas las carreteras y accesos a la ciudad de 35.000 habitantes durante la jornada de este domingo, pese a lo cual en las últimas horas, tal y como apuntan testigos presenciales, no existen este tipo de controles.

La orden de la Junta afecta a la movilidad y la circulación de las personas, que no podrán salir durante el periodo de confinamiento del término municipal sin causa justificada, pero también a otros ámbitos.

En concreto, impide la visita a los usuarios de los centros residenciales, que tampoco podrán salir al exterior de éstos, mientras que limita a diez las reuniones privadas, tanto en exterior como en interior.

En el caso de los locales de hostelería, el consumo ha quedado limitado a seis personas como máximo por mesa, lo que ha obligado de nuevo a cerrar las barras de los establecimientos.

Precisamente, la Federación de Hostelería de Miranda de Ebro ya había mostrado su preocupación por la situación del sector y había advertido que, ante un posible segundo confinamiento, algunos de sus locales se verían abocados al cierre debido a la coyuntura que marca desde hace meses su actividad.