El precio de los alimentos en tienda supera en 6,4 puntos al de origen, un 47% más que en febrero

La brecha de precios entre productores y consumidores se situó en julio en 6,4 puntos para los productos alimenticios, lo que supone un aumento del 47% respecto a los 4,3 puntos en los que esta diferencia entre el precio en tienda y el de origen se encontraba en febrero.

Así lo ha constatado Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos a través de los datos publicados por Eurostat relativos a los índices de precios de la alimentación, que denuncia el aumento de esta brecha entre productores y consumidores a raíz de la crisis del coronavirus.

Para la organización, estas cifras indican que las grandes cadenas de alimentación «han hecho el agosto durante la crisis del Covid-19», llegando a incrementar sus cuotas de mercado por la limitación en el uso de canales cortos por motivos sanitarios.

La organización considera que ni la ley sobre la mejora del funcionamiento de la cadena alimentaria en 2014, cuyo fin era el de reforzar la posición de los agricultores y ganaderos, ni el real decreto sobre medidas urgentes en el sector agrario, que entró en vigor en febrero de 2020, «parecen funcionar».

«Las cosas siguen igual que cuando estábamos con los tractores en la calle en febrero y marzo», advierten desde la organización, que considera imperativo adoptar nuevas medidas para corregir la situación.

Entre ellas, urge a la definición de posición de dominio por parte de la industria y la distribución, revisar el sistema de sanciones para que sean disuasorias e incrementar los controles de las prácticas desleales a lo largo de la cadena, dotando con más recursos a la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) y mejorando la coordinación con las Comunidades Autónomas.

«Tener la mejor ley es fundamental, pero no suficiente», aclaran desde Unión de Uniones, que considera fundamental que la norma deba acompañarse también de cambios en la política comercial, fomento de la concentración de la oferta, una PAC que proteja a los profesionales y al modelo agrario y unas interprofesionales legitimadas en su formación y decisiones que refuercen los compromisos sectoriales.