Las industrias lácteas han reducido hasta en un 40 % la compra de leche que producen 240 familias
Otras 80 familias de pastores y trashumantes elaboran sus propios quesos, pero la venta ha caído en picado
La cabaña ganadera de Gran Canaria suma 83.000 cabezas, de las que 56.000 son hembras que producen 70.000 toneladas de leche al año
Las explotaciones ganaderas lecheras y las queserías artesanales con ganadería propia regentadas por 320 familias recibirán casi 2,4 millones del Cabildo de Gran Canaria para que puedan afrontar las pérdidas causadas por el estado de alarma, que el consejero de Soberanía Alimentaria, Miguel Hidalgo, estima en torno a los 2,5 millones de euros.
La cabaña ganadera de Gran Canaria es la más importante de las Islas, ya que representa casi un 42 por ciento del total del Archipiélago con 83.000 cabezas de bovino, caprino y ovino, de las cuales 56.000 son hembras productoras de las explotaciones lecheras y las queserías artesanales, que suman al año 70.000 toneladas de leche.
Las explotaciones dedicadas a la venta de leche aglutinan más de 30.000 hembras lecheras -6.200 vacas, 20.000 cabras y 4.000 ovejas-, que producen 60.000 toneladas de leche anuales, mientras que las explotaciones de las queserías artesanales suman 25.800 cabezas -800 vacas, 20.000 cabras y 5.000 ovejas-, con una producción de 10.000 toneladas.
Por ese motivo, una línea de subvenciones de 2 millones irá destinada a las explotaciones lecheras, que además tienen un mayor número de vacas que producen más cantidad leche y tienen un coste de mantenimiento superior, y que han sufrido una drástica disminución de la venta, ya que las industrias lácteas de Gran Canaria han reducido su adquisición hasta en un 40 por ciento, agregó Hidalgo.
Esta situación afecta directamente a las casi 240 familias que regentan esta producción destinada a estas industrias de transformación, que demandan cada año las 60.000 toneladas de las que 3.000 van destinadas al envasado de leche fresca y el resto a la elaboración de quesos y otros productos lácteos.
Esta ayuda tiene como objetivo que los ganaderos puedan afrontar los gastos de mantenimiento de las instalaciones y los animales, como el forraje, para evitar la destrucción del sector y que puedan continuar con esta actividad, ya que se trata de un sector esencial durante y tras el estado de alarma.
La supervivencia de las queserías artesanales
La otra línea de subvenciones, de cerca de 400.000 euros, irá destinada a las queserías artesanales con ganadería propia, en su mayoría cabras, de las que dependen 80 familias, en muchos casos pastores y trashumantes.
Esta partida pretende minimizar las importantes pérdidas causadas por el cierre de sus principales canales de comercialización, los restaurantes y los hoteles, a la vez que fomentará la adaptación de estas queserías a la venta a domicilio para evitar la desaparición de este producto estrella de la gastronomía de la Isla, que destaca por su diversidad y sabores únicos, y que ha sido merecedor de múltiples premios internacionales. Para ello, ha firmado un convenio con Cosecha Directa para facilitarles la entrega a domicilio y se puedan integrar en el Mercado Virtual puesto en marcha por el Cabildo.
Estas dos líneas de ayudas de casi 2,4 millones se suman a otras iniciativas que ha puesto en marcha el Cabildo para fomentar el consumo de producto de la tierra y el mar para paliar así la disminución de las ventas en los canales habituales, como la adquisición de productos para las familias más vulnerables y un acuerdo con Spar para dar salida a los excedentes de productos frescos.