Pablo Motos es de los pocos presentadores de programas no informativos que estos días sigue trabajando y alegrando a los españoles. El objetivo por el que cada noche se pone delante de la cámara, según él mismo ha confesado, es divertir a los españoles y hacerles olvidar por un rato la tragedia que está viviendo el país por el coronavirus.
Cada noche lleva un par de invitados a su programa que, a diferencia de lo que ocurría hasta ahora, intervienen a través de una videollamada. Este miércoles fue el turno de Rosalía y Lolita.
Sin embargo lo que más ha sorpredido ha sido el relato que hizo Motos de los efectos que le está provocando esta situación de confinamiento: «Se me está yendo la olla».
«Voy a contar una cosa que no debería», empezó diciendo.
«El sábado por la noche hubo un momento que digo ‘me voy a pillar un pedo’. Estoy en mi casa, no puedo salir, había visto una serie con mi mujer y digo ’Es el momento de pillarme un pedal”», añadió.
Llegado a ese punto, «me fui a la nevera y empecé a comer helado con pan. Se me ocurrió que podía hacer un bocadillo», continuó explicando.
«Todo mal, porque cogí el pan y pensé ‘En la tostadora mejor’. Fue un desastre, no pude comer tampoco mucho. Lo acabé dejando y lo encontré por la mañana», dijo.
