El Santander y los sindicatos alcanzaron hoy un principio de acuerdo sobre el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) tras reducir a 3.223 el cómputo final de extinciones de puestos de trabajo e igualar las condiciones de salida a las acordadas para el ajuste de los servicios centrales tras integrar el Popular.
La cifra final de salidas resulta un 13,20% inferior a los 3.713 despidos del primer planteamiento, y el banco ha aceptado además compensar con el 80% del salario pensionable a los empleados de entre 59 y 61 años de edad, como hizo el pasado año para los ajustes de servicios centrales; además de incentivar la adhesión de empleados de menor edad con compensaciones extraordinarias.
El acuerdo, respaldado por el 80% de la mesa de negociación, mantiene el cierre de las 1.150 oficinas proyectadas desde el inicio para reducir las duplicidades generadas tras adquirir el Popular y que dan lugar al ajuste ahora negociado de plantilla, y limita finalmente la movilidad del personal a 75 kilómetros.
Conforme a los términos acordados, podrán acceder a la prejubilación empleados a partir de 50 años y con mayor edad siempre que cuenten con una antigüedad superior a los 15 años en el banco. A empleados con este perfil les garantiza el convenio especial con la Seguridad Social hasta que cumplan los 63 años, variando las condiciones de salida en función de la edad.
A los empleados con entre 50 y 54 años les permite desvincularse del banco con el 60% del salario bruto anual pensionable de seis anualidades, con un tope máximo de 380.000 euros. Para fomentar su adhesión ofrece además 2.000 euros por cada trienio si se suman de forma voluntaria, una prima adicional de 30.000 euros por los 15 años de servicio y otra de 15.000 si su edad figura entre los 50 y 54 años.
A aquellos trabajadores con entre 55 y 57 años ofrece el 75% del salario pensionable o, alternativamente, el 70% más el 57% del complemento voluntario, además de preservar sus beneficios bancarios, aunque carecerán de primas de desvinculación. Estas últimas dos ventajas también las tendrán los empleados con 58 de edad, que si acceden al ERE podrán salir con el 78% del salario pensionable o el 73% más el 59% del complemento voluntario.
En el caso de los que tengan 59 años cumplidos y hasta 61 mantiene también ambas prestaciones, aunque sus condiciones de salida las eleva al 80% del salario pensionable o, alternativamente si lo prefieren, el 75% más un 60% de complementos voluntarios.
En empleados con 62 años o más ofrece 20 días por año trabajado con límite de una anualidad, conservando sus condiciones bancarias como trabajadores de la entidad y sin primas.
Si carecen de los 15 años de antigüedad y tienen hasta 49 años, podrán adherirse al ERE pero vía despidos indemnizados. A este colectivo les ofrece compensarles con 40 días por año trabajado hasta un límite de 24 meses, frente a los 33 días y 18 mensualidades de la propuesta inicial.
Las salidas vía despidos también las bonifica con primas de 2.000 euros por adhesiones voluntarias y por cada trienio que tenga el trabajador, junto a una compensación adicional de entre 5.000 y 30.000 euros en función de los años de prestación de servicio en la entidad.
En el caso de movilidad, además de abonar el combustible, compensarán los traslados entre 26 y 50 kilómetros con un pago de 2.500 euros, y subirá a 3.500 si se amplía hasta los 75 kilómetros.
En CCOO reivindicaron el esfuerzo de su sindicato, junto al del resto, para que el “perímetro de puestos de trabajo destruidos fuera el menor posible” y que quienes se adhieran lo hagan desde la voluntariedad garantizando una salida con recursos suficientes “para ofrecer una renta sustitutiva digna”.
“No debemos olvidar lo que por muy repetido no deja de ser cierto: las últimas reformas laborales han precarizado las relaciones laborales hasta el extremo que este expediente podría haberse implantado por la empresa sin acuerdo sindical y con las indemnizaciones legales de 20 días por año y no hay nada más que mirar al entorno para comprobarlo”, recuerda CCOO en una nota.
