El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, negó este viernes haber defendido o justificado los insultos y rehusó responder en público a la ministra de Defensa, Margarita Robles, que le contradijo días después. “Lo que tenga que decirle a la señora Robles se lo diré en privado o lo hablaré con presidente del Gobierno”.
Lo hizo en declaraciones en Durango, localidad natal de la candidata de Unidas Podemos al Gobierno vasco, Miren Gorrotxategi, y donde gobiernan en coalición esta formación y EH Bildu, ejemplo de gabinete de izquierdas que aspira a formar en Ajuria Enea, pese a la resistencia del PSE. Fue el primer intercambio con la prensa que tuvo desde sus polémicos comentarios en la rueda del Consejo de Ministros, el pasado martes.
Iglesias aseguró que él fue “enormemente claro” en lo que dijo y que hay un “enorme contraste” entre el audio o el vídeo completos de su intervención, que desde Podemos se han difundido en los últimos días, y los extractos o interpretaciones que publicaron los medios de la misma. Así, invitó a todos a contrastar sus palabras del martes con “lo que algunos han dicho que yo dije”.
Intentando repetir su enfoque, señaló: “Claro que hay que normalizar la crítica y que todos los que estamos en posición de exposición pública estamos sometidos a una realidad que a mí no me gusta, y que sufro casi más que nadie: el insulto. ¿Eso quiere decir que parece bien el insulto? Claro que no, si lo que estoy diciendo es que a mí no me gustan los insultos a nadie, pero en una sociedad democrática el insulto va a estar ahí, en las redes sociales”.
Respecto a las ministras que, empezando por Robles, le respondieron que el insulto no se puede normalizar, el vicepresidente rehusó contrarreplicar. “Yo no critico en público a otros ministros del Gobierno. Lo que tenga que decir a la señora Robles se lo diré en privado o lo hablaré con el presidente del Gobierno, pero de mí no van a encontrar ninguna declaración criticando en público a compañeros del Gobierno. No es mi estilo”, zanjó.
(SERVIMEDIA)
