Gran Hermano pasó de ser uno de los programas más seguidos de Telecinco a tener que suspender durante años su emisión por un problema muy serio de abuso sexual que hizo que los anunciantes vetasen su emisión.
En prácticamente todas las ediciones de Gran Hermano se han dado episodios de machismo

Y es que no importa la edición de Gran Hermano que hablemos, Gran Hermano Revolution, Gran Hermano VIP, Gran Hermano DÜO, etc., uno de los problemas más comunes y desagradables de todas las ediciones es el que tiene que ver con las actitudes machistas de algunos de los protagonistas. Unas actitudes en las que Telecinco juega con ambigüedad, pues las juzga más bien por la rentabilidad que le ofrecen que por ellas en sí.
Por su puesto, el caso más grave de todos los que se han dado ha sido el de la edición de Gran Hermano Revolution de 2017, en el que uno de los concursantes acabó en el banquillo de los acusados por haber abusado sexualmente de una de sus compañeras.
Es curioso pensar que cuando entras a participar en un concurso de la tele, que se basa en la convivencia, puedes imaginar que te surgirán mil problemas, pero que estás en un entorno seguro en el que no puede pasarte nada realmente grave. Craso error, el caso de Carlota y José María demostró que no era así el 4 de noviembre a la 1:30 de la madrugada.
Fiestas en Gran Hermano en las que se les proporciona alcohol a los participantes

Y es que la productora Zeppelin TV para dar más animación al concurso propiciaba la celebración de fiestas en las que se les daba alcohol a los concursantes de Gran Hermano. Según sus declaraciones una copa por persona, pero según otras fuentes de modo bastante más indiscriminado. Carlota y José María, ambos de 24 años, habían mantenido en otras ocasiones relaciones consentidas.
Pero ese día, estaba claro que los síntomas que ella muestra son de una evidente embriaguez. Carlota no podía controlar sus actos ni prácticamente tenerse en pie, no era consciente de sus actos.En ese estado José María la acompaña a la habitación. Le quita los zapatos y ambos se meten bajo el edredón. En un momento dado la organización les pide que se vuelvan a colocar los micros.
El caso de Carlota y José María llegó a los juzgados

La fiscalía del caso describía así los hechos: «El acusado se apretaba contra el cuerpo de Carlota en aras de satisfacer su deseo sexual (…) Realizó tocamientos, frotamientos y movimientos de contenido netamente sexual, despojando a la víctima de su vestimenta, liberándola parcialmente de su ropa interior y desabrochándole el sujetador, pese a que esta se encontraba ya en estado de inconsciencia«.
Para la jueza era un evidente caso de abuso sexual, Carlota había dicho no varias veces de forma verbal y gestual, pero él no la respetó. Y nadie hizo nada.
Los responsables de Gran Hermano en un primer momento trataron de silenciar el hecho

«¡Hay muchas personas trabajando allí y nadie hizo nada! No sé si usted se puede poner en mi pellejo, pero la impotencia que yo puedo sentir viendo eso estando sola, no lo entiendo» era una de las quejas de Carlota. La actitud que tomó el programa no es en absoluto entendible, tras permitir que todo ocurriera y mostrarle las imágenes a Carlota, lo primero que hicieron fue pedirle que guardase silencio. A José María ya lo habían expulsado del concurso, pero silenciar la situación fue su primera medida.
Cuando Carlota decide que quiere abandonar la casa, el director general de la productora, Álvaro Díaz, puso una denuncia en la guardia civil, habían ya pasado 19 horas desde que ocurrieran los hechos.
Las contradicciones a la hora de buscar responsables entre los miembros de la productora

Cuando el caso llegó a los juzgados las contradicciones entre los distintos cargos y responsables del programa se empezaron a hacer patentes. Desde la cantidad de alcohol que se proporciona a los participantes de Gran Hermano en cada fiesta hasta quién tenía realmente potestad para haber puesto fin a aquella situación sin permitir que llegase tan lejos. Desde la productora Zeppelin TV los cargos se pasan la pelota entre ellos. La persona que ejercía de Super aquella noche María Robles, asegura que no era su responsabilidad tomar medidas, apuntando al productor ejecutivo o al director general Floren Abad o el señor Álvaro Díaz.
Por su parte el productor ejecutivo afirma que es el Súper que esté de guardia en ese momento el que tiene la potestad para entrar en la casa y detener ese hecho.
En Gran Hermano VIP Omar Montes alentaba a uno de sus compañeros a cometer un delito

Las cosas no llegaron tan lejos en este caso, pero la situación es similar en Gran Hermano VIP del 2018. Una concursante Miriam Saavedra estaba borracha, hasta el punto de no ser dueña de sus actos. Otro compañero, Asraf Beno, se hizo cargo de ella y la llevó a la cama. Mientras otro concursante, Omar Montes le animaba a que se acostase con ella: “Túmbate con ella, gilipollas. Que ella quiere… qué tonto eres. ¿No te gustan las chicas o qué, hermano? Te está diciendo que la vas a…”.
La audiencia inició una campaña en Change.org para pedir la expulsión de Omar Montes por animar a su compañero a cometer un delito sexual. En la petición de podía leer «No somos muñecas hinchables para satisfacer vuestras necesidades”. Sin embargo, Telecinco no lo expulsó, simplemente lo nominó para que fuese el público el encargado de hacerlo tras haber pagado.
Otros casos de machismo en Gran Hermano

En Gran Hermano 12+1 era la presentadora, por entonces Mercedes Milá quien se encargaba de denunciar las actitudes machistas de algunos de los participantes “Sergio, eres un machista. ¿Está claro? Y tú [Cristian], otro”. Por otro lado, en la edición de GH VIP 6 el Instituto de la Mujer se preocupó mucho por los comentarios dirigidos por Suso a su novia Aurah y a la que resultó ganadora de la edición Miriam, hasta el punto de que elaboró un informe para actuar de la manera más adecuada.
Y es que pudimos escuchar a Suso decir frases como estas: «La voy a querer siempre, pero mi novia no va a ser, como mucho follamiga… follar y ya está, que pa’ follar sí que me gusta» o «Aurah viene, me hace lo que me tiene que hacer y se va».