Cada vez que vamos a hacer la compra al supermercado, a tiendas de ropa en un centro comercial, a la frutería, carnicería o pescadería, ... Siempre vamos a escoger el producto que necesitamos o que nos atrae más, pero a menudo no nos fijamos lo suficiente en las etiquetas.
Errar es humano, y los que hacen las etiquetas también lo son, asique nos encontramos errores, algunos peores que otros, que pueden confundirnos, engañarnos e incluso poner en riesgo nuestra salud. Aquí vamos a enseñaros diez de los errores de etiquetas más garrafales.
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Agua oxigenada
El agua oxigenada es un producto muy utilizado ya que tiene muchas funciones y de muchos tipos. Para blanquear la ropa, para aclararse el vello o teñirse el pelo, para desinfectar heridas, para limpiar, para lavar y blanquear los dientes, … Nunca nos fijamos en la etiqueta ya que, al fin y al cabo, este producto está compuesto únicamente por agua y oxígeno.
En alguna fábrica de recipientes que elabora los de este producto, no sabían qué poner para rellenar la parte de los ingredientes. Y dado que las palabras ‘agua’ y ‘oxígeno’ no eran suficientes, ¿por qué no meter sólo esos dos? Por si acaso a alguien no le había quedado claro lo que era.
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Todo Ave-Pavo
Con los productos alimenticios, la cosa ya no es tan graciosa porque, en definitiva, un error en una etiqueta puede afectarnos a la salud. Existen leyes y ciertos controles para que la información de las etiquetas en los alimentos sea leal y verdadera. Pero algunos intentan utilizar estrategias de marketing para confundir al consumidor.
En esta imagen vemos como la marca Oscar Mayer intenta distribuir unas salchichas de pavo indicando que están hechas 100% de pavo, tal y como indica en el envoltorio. Pero si leemos bien los ingredientes y la letra pequeña, estas salchichas únicamente tiene un 54% real de pavo. Seguramente ni entenderíamos qué es lo incluye el restante 46%, pero pavo desde luego no es.
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Pantalón para niños
En las tiendas de ropa, complementos, cosmética, siempre nos encontramos carteles con ofertas, descuentos y todo tipo de métodos de atracción para que adquiramos sus productos. A veces de manera sutil, como el 99 (cualquier cantidad con 99 céntimos, nuestra mente lo redondeará a la baja).
Lo que hacen, al fin y al cabo, son estrategias de marketing. Pero algunas veces tienen errores muy graciosos como en la tienda H&M que al indicar el precio de unos pantalones para niños entre 9 y 14 años, indicaron que era un “pantalón de putilla”. ¿Qué es lo que querían poner en realidad, pantalón de pitillo?
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Traducciones graciosas
Muchos productos provienen del extranjero e intentan adaptar las instrucciones al idioma del país destino. En algunas ocasiones, lo traducen simplemente al inglés que es el idioma más internacional.
Pero para cierto tipo de etiquetas como el del lavado de las prendas de ropa, las instrucciones deben estar en el idioma local ya que son, además de instrucciones, precauciones. Según los fabricantes de estos pantalones “Mano se lava, no blanquear no caiga, hierro chulo”. Si ellos supieran lo que nos están diciendo...
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Origen de producto
En los productos alimenticios, sobre todo carnes, quesos, vinos, etc., el origen es importante para marcar el precio y el prestigio del producto. No es lo mismo comprar un jamón de Jabugo 5 jotas, que una paletilla del cerdo de un granjero del pueblo. Esto se nota en el precio que puede quintuplicarse.
En esta foto vemos como nos intentan confundir (o más bien engañar) vendiéndonos un Ternasco de Aragón IGP (Indicaciones Geográficas Protegidas), que es el sello europeo que garantiza la calidad excepcional. Cuando, si te fijas en la letra pequeña, pone claramente que fue producido en Dinamarca, por lo que están utilizando el sello de forma fraudulenta, o ¿Creerán que es una región de Aragón?
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Las rebajas
En época de rebajas, los locales más frecuentados son las tiendas de ropa, accesorios, y moda en general. Suelen utilizar carteles grandes y coloridos, pegatinas en las etiquetas rojas y llamativas. Con esto, atraen nuestra atención para que nos quede claro que está rebajado y para le echemos un vistazo.
En esta foto vemos como, no sólo no nos han rebajado el precio, ¡si no que nos la han subido 4 céntimos! ¿Pensarán que vamos tan obcecados mirando el precio rebajado que no nos vamos a dar cuenta? Casi cuela.
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Leche, leche y leche
En las etiquetas de los productos frescos como carnes o pescados, nos tienen que indicar los ingredientes con los que se ha hecho así como los posibles ingredientes que pueda tener (por transferencia, etc).
En esta foto vemos un ejemplo gracioso en el que, en una de estas etiquetas, el trabajador ya no sabía qué poner y repitió la palabra ‘leche’ hasta rellenar un par de líneas. Por si a nadie le ha quedado claro, esta empanadilla de atún tiene leche.
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Ofertas irresistibles
Y seguimos con las rebajas. Carteles rojos y llamativos en los que nos enseñan la oferta o rebaja. ¿Cómo no mirar? Puede que sea la oferta y el producto que justo queríamos y encima vamos a pagar menos por ello.
Pero a algunos encargados de hacer los carteles, no se le dan bien las matemáticas. En este cartel nos ofrece una camiseta por 6 € y dos por 15 €… Nosotros juraríamos que si nos llevamos dos, en realidad nos saldría más caro, ¿no?
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Precio especial
¿Quiénes serán los encargados de hacer los carteles en las rebajas y de las ofertas? No creemos que haya que tener una carrera universitaria en ingeniería, pero un mínimo de nociones básicas tendrían que tener, ¿no? Puede que el problema es que van con mucha prisa, pero la importancia está en los detalles.
Como nuestro anterior ejemplo, a este publicista o simplemente el que realizó el cartel, no calculó bien la oferta… Nos ofrece la segunda unidad de gaseosa al 50%, del precio unitario que son 0,43 €. Eso es la mitad, ¿no?, o sea 0,215 €. Pues no. Si no que para ellos es exactamente la misma cantidad. ¡Llévate uno por 0,43 € y el otro también!
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Unos dulces muy dulces
No sólo en ropa y etiquetas de comida encontramos errores que nos pueden afectar negativamente o pueden sacarnos una sonrisa. También en locales y supermercados nos ofrecen promociones con las que consiguen sacarse stock producto, dar a conocerlo, …
En este en particular, vemos como han sacado a volar su imaginación y nos ofrecen dos Budines de vainilla más un pan dulce totalmente gratis. No hay ni que comprar nada para disfrutar de la oferta. Pero, y no sabemos si es para que la gente fuera en masa, el pan dulce ¡tiene que arrasar! Te ofrecen un pan condimentado con la planta de la alegría. Seguro que más de uno no se ha dado cuenta de que es un error y en casa se ha llevado una decepción.
Meg Ryan
