La princesa Leonor cumple un nuevo y simbólico hito en su formación: vuela sola por primera vez en un Pilatus PC-21

Este jueves, la princesa Leonor, completó su primer vuelo en solitario a los mandos de un avión Pilatus PC-21 en la Academia General del Aire y del Espacio de San Javier, en Murcia.

La noticia, confirmada el viernes por la Casa del Rey, marca el final de un cuatrimestre de instrucción teórica y práctica como alférez del Ejército del Aire. Con este logro, la princesa Leonor además de avanzar en su preparación militar, también sigue los pasos de su padre, el Rey Felipe VI, y de su abuelo, el Rey Juan Carlos I, quienes años atrás también aprendieron a pilotar en esta misma academia.

La imagen de la princesa manejando en solitario el avión de entrenamiento es la culminación visible de meses de estudio y esfuerzo dentro de un programa exigente. Este vuelo, conocido en el argot militar como 'la suelta', solo se produce cuando los instructores consideran que el alumno está plenamente capacitado. Para la princesa Leonor, supondría cerrar con éxito una fase trascendental de su último año de formación castrense, que comenzó en el Ejército de Tierra, continuó en la Armada y que ahora se acerca a su fin en las instalaciones de San Javier.

La princesa Leonor estuvo en un entrenamiento intensivo de cuatro meses

Llegar a este punto no ha sido cuestión de días. La princesa Leonor ingresó en la Academia General del Aire como alférez alumna el pasado 1 de septiembre. Desde entonces, según detalló el Palacio de la Zarzuela, ha llevado a cabo “una formación intensiva para adquirir los conocimientos aeronáuticos y del modelo de avión en el que se instruye y vuela, el Pilatus PC-21 (E.27), además de atender a otros aspectos que mejoren su conocimiento de la organización y estructura del Ejército del Aire y del Espacio”.

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El camino hacia el vuelo en solitario es metódico y seguro. Antes de subirse a la cabina, la princesa completó un plan de instrucción aeronáutica de 50 horas en simuladores. Primero utilizó el CBT (Computer Based Training), un sistema con tres pantallas y una réplica de mandos. Después pasó al FTD (Full-flight Training Device), un simulador avanzado que replica la cabina del Pilatus con una visión de 180 grados y ofrece una experiencia prácticamente real. En paralelo, se entrenó con todo el equipo de vuelo, que pesa aproximadamente siete kilos.

Solo después de dominar la teoría y los simuladores, los alumnos pasan a volar en el avión real, pero siempre acompañados de un instructor. La princesa cumplió también con esta fase, acumulando un número de horas de vuelo real similar al de simulación. Finalmente, sus instructores dieron el visto bueno para 'la suelta'. La Casa del Rey explicó que la princesa Leonor “ha completado la formación teórica y las sesiones de simulador y de vuelo real en Pilatus establecidas para alcanzar las competencias necesarias que le han permitido realizar ‘la suelta’ con seguridad”.

El minuto a minuto de un día histórico

El jueves 18 de diciembre fue el día elegido. La princesa Leonor, tras las comprobaciones prevuelo que incluyen la firma en el libro del avión, se subió al Pilatus PC-21. En las 19 fotografías distribuidas por la casa real se puede ver a Leonor concentrada en la cabina, realizando las maniobras de despegue y aterrizaje en la base de San Javier, y saludando a sus compañeros una vez completado el ejercicio con éxito.

Las imágenes, que también recogen momentos de su preparación durante los últimos meses, ofrecen un testimonio gráfico de su normalidad día con día. Se la ve revisando el avión, equipándose con el traje anti-g durante un ejercicio de supervivencia en el mar, y participando en actos castrenses como la jura de bandera con motivo de la festividad de la Virgen de Loreto, patrona de los aviadores, celebrada este mismo diciembre.

Ya en su presentación en la academia, el 1 de septiembre, la princesa reconoció a la prensa que encaraba su último año de instrucción militar “con ganas de aprender” a volar, pero “poco a poco”. Por entonces, el director de la Academia, el coronel Luis González Asenjo, no quiso dar plazos sobre su entrenamiento, recordando que no todos los alumnos logran volar en solitario. Leonor ha superado ese listón.

Siguiendo la estela de su padre y su abuelo

Con esta hazaña, la princesa de Asturias entra en un club muy especial al que ya pertenecen el Rey Felipe VI y el Rey Emérito Juan Carlos I. Ambos monarcas se formaron como pilotos en la Academia de San Javier y realizaron también su primer vuelo en solitario allí. La tradición se mantiene, aunque con un avión diferente: mientras sus predecesores volaron en el C-101, popularmente conocido como ‘Culopollo’, Leonor lo ha hecho en su moderno sucesor, el Pilatus PC-21.

La formación militar integral en los tres Ejércitos fue establecida para la princesa por el Real Decreto 173/2023, y con ella se busca que la futura Jefa de Estado conozca de primera mano la estructura, los valores y el funcionamiento de las Fuerzas Armadas desde dentro. Su experiencia, por tanto, va más allá de lo anecdótico y se enmarca en una preparación institucional cuidadosamente planificada.

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El tramo final de un camino de tres años

La princesa Leonor comenzó su formación militar en agosto de 2023 en la Academia General Militar de Zaragoza (Ejército de Tierra). Tras varios meses, en 2024 trasladó su instrucción a la Escuela Naval de Marín (Armada), donde se formó hasta enero de 2025. Un capítulo especial de esta fase fue su embarque en el buque escuela Juan Sebastián Elcano, donde aprendió navegación tradicional y realizó un periplo diplomático que finalizó en julio pasado.

Su instrucción con el Ejército del Aire y del Espacio supondrá el final de su formación castrense. El primer vuelo en solitario es, sin duda, uno de los momentos culminantes y más visibles de esta última etapa, demostrando su capacidad para asumir responsabilidades complejas y para integrarse en la disciplina de un entorno exigente.

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