Con la llegada del verano, las altas temperaturas se convierten en el centro de nuestras preocupaciones diarias. Frente a este panorama, es común imaginar un vaso de agua bien fría como la salvación ideal. Sin embargo, hay un recurso menos evidente e igual de eficaz: la alimentación. Y en este punto, hay un alimento que sobresale por su versatilidad, su frescura y su inigualable valor nutricional: el aguacate.
Este fruto, cada vez más presente en los hogares españoles, no solo enamora por su sabor y textura. También ofrece una combinación de agua, grasas saludables, vitaminas y minerales que lo convierten en un gran aliado para combatir el calor desde dentro hacia fuera. A continuación, te contaremos por qué este alimento merece un lugar privilegiado en tu dieta veraniega.
3Un alimento que protege tu piel desde el interior

Con la llegada del verano, nuestra piel se expone a múltiples agresiones externas: rayos ultravioleta, cloro de piscina, sal del mar o el aire seco de los aparatos de climatización. Frente a este desgaste, el aguacate ofrece un escudo natural a través de sus grasas saludables y su contenido antioxidante.
Las grasas monoinsaturadas del aguacate, principalmente el ácido oleico, ayudan a conservar la elasticidad e hidratación de la piel, favoreciendo su regeneración natural. “Las grasas saludables del aguacate son oro puro para la piel”, sostiene María Pérez Espín. Y no le falta razón.
Además, este alimento destaca por su aporte de vitamina E, un antioxidante que actúa como defensa contra los radicales libres. Estos se producen en mayor cantidad con la exposición al sol y son responsables del envejecimiento celular. Consumir aguacate no solo mejora el aspecto de la piel, sino que la cuida desde lo profundo, ayudando a que se mantenga firme, luminosa y protegida.