Con la llegada del verano y las temperaturas en alza, hay una prioridad que no conviene dejar de lado: la alimentación. En esta época del año, mantener una dieta adecuada no solo mejora el bienestar general, sino que también es clave para sobrellevar el calor con energía y salud.
Las altas temperaturas cambian las necesidades del cuerpo. Por eso, elegir alimentos frescos, nutritivos y fáciles de digerir puede marcar la diferencia entre un verano agotador y uno verdaderamente revitalizante. En este artículo te contaremos que alimentos no pueden faltar en tu dieta veraniega.
3Los errores más comunes del verano y cómo evitarlos

El calor, las vacaciones y los horarios alterados pueden llevarnos a cometer errores alimentarios con más frecuencia de lo que imaginamos. Uno de los más extendidos, según Quintáns, es reducir el consumo de agua y aumentar el de refrescos, alcohol o café. Estos líquidos no hidratan: más bien todo lo contrario.
También son habituales los excesos de helados industriales y snacks procesados. Muchas veces se eligen por comodidad, pero su alto contenido en azúcares y grasas acaba desequilibrando cualquier dieta equilibrada. “Saltarse comidas o comer muy poco nos lleva al picoteo constante y, a menudo, a atracones que generan malestar digestivo”, advierte la especialista.
Otro de los grandes enemigos del bienestar en verano son las comidas pesadas, como las clásicas barbacoas repletas de carnes rojas, embutidos, snacks calóricos y alcohol. Además, no hay que subestimar la importancia de la higiene alimentaria: dejar alimentos a temperatura ambiente o no conservarlos adecuadamente puede favorecer la aparición de trastornos digestivos.