Con la llegada del verano y las temperaturas en alza, hay una prioridad que no conviene dejar de lado: la alimentación. En esta época del año, mantener una dieta adecuada no solo mejora el bienestar general, sino que también es clave para sobrellevar el calor con energía y salud.
Las altas temperaturas cambian las necesidades del cuerpo. Por eso, elegir alimentos frescos, nutritivos y fáciles de digerir puede marcar la diferencia entre un verano agotador y uno verdaderamente revitalizante. En este artículo te contaremos que alimentos no pueden faltar en tu dieta veraniega.
2Los alimentos estrella del verano: frescura, sabor y nutrición

Para diseñar una dieta refrescante y saludable, conviene tener a mano una lista de alimentos clave que no deberían faltar en ninguna cocina durante el verano. En primer lugar, frutas con alto contenido de agua como sandía, melón, fresas, piña y mango. Todas ellas hidratan, refrescan y aportan azúcares naturales que revitalizan sin necesidad de recurrir a ultraprocesados.
En cuanto a las verduras, las preferidas son aquellas que se consumen crudas y aportan nutrientes esenciales: pepino, tomate, lechuga, espinacas y calabacín. Combinadas en ensaladas o cremas frías, son aliadas infalibles de cualquier dieta de verano.
Quintáns también destaca el rol protector de ciertos alimentos para la piel. “Los antioxidantes como la vitamina C o el betacaroteno, presentes en frutas y verduras de colores intensos, ayudan a fortalecer la piel ante la exposición solar”. De este modo, lo que comemos no solo impacta en cómo nos sentimos, sino también en cómo nos vemos.
El pescado también tiene su espacio en la mesa estival. Especialmente los pescados azules como el atún o las sardinas, ricos en omega-3 y con propiedades antiinflamatorias que no solo protegen el corazón, sino que también ayudan a reducir el daño solar.