A menudo, los alimentos más comunes son también los más malentendidos. Muchos han sido injustamente excluidos de las dietas saludables debido a mitos que, con el tiempo, terminan generando confusión. Pero ahora, una nueva investigación ha puesto el foco en un alimento tan cotidiano como injustamente señalado: la patata.
Lejos de lo que muchos creen, este tubérculo —cuando se consume adecuadamente— puede ser un gran aliado para controlar los niveles de azúcar en sangre, reducir la circunferencia abdominal y mejorar la salud cardiovascular, incluso en personas con diabetes tipo 2. En este artículo te explicaremos por qué este alimento es recomendado por los nutricionistas.
2¿Cómo un alimento tan sencillo logra tantos beneficios?

Lo que muchas personas desconocen es que la patata, lejos de ser un simple acompañante calórico, posee un valor nutricional considerable. Este alimento está cargado de potasio, un mineral fundamental para mantener la presión arterial bajo control y para apoyar la función cardiovascular. De hecho, contiene más potasio que una banana, lo que lo convierte en una opción inteligente para quienes padecen o buscan prevenir la hipertensión.
Pero el verdadero tesoro nutricional de este alimento está en su piel. Allí se encuentra el llamado “almidón resistente”, una forma de fibra que no se digiere en el intestino delgado, sino que llega intacta al colon. Esta fibra actúa como un prebiótico, alimentando las bacterias buenas del intestino y ayudando a mantener un microbioma equilibrado, algo clave para la salud digestiva y metabólica.
El almidón resistente también mejora el control glucémico y contribuye a reducir los niveles de colesterol, según varios estudios previos. Además, genera una mayor sensación de saciedad, lo cual ayuda a controlar el apetito y, en consecuencia, el peso corporal.