En noviembre de 2023, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) publicó un dictamen científico que generó gran revuelo en el sector alimentario. Ocho aditivos utilizados para potenciar el sabor en una amplia gama de productos, incluidos los populares snacks y comidas procesadas, no renovarán su autorización debido a preocupaciones sobre su genotoxicidad. Esta medida afectará notablemente a productos comunes como patatas fritas, sopas y salsas, entre otros, marcando el inicio de una transición significativa en la industria alimentaria europea. En este artículo te contaremos por qué las patatas fritas corren riesgo de desaparecer o cambiar para siempre.
1El impacto en las patatas fritas: Adiós a los sabores artificiales
Las patatas fritas, especialmente aquellas con sabores intensos como barbacoa, han sido una opción de snack muy popular entre los consumidores. Estos productos dependen en gran medida de aditivos para ofrecer ese sabor característico que los distingue. Sin embargo, con la nueva normativa de la EFSA, se espera que muchos de estos sabores desaparezcan del mercado en los próximos dos años. La decisión de prohibir estos aditivos no es arbitraria; los expertos han expresado serias preocupaciones sobre la genotoxicidad de estas sustancias, lo que significa que pueden dañar el material genético y potencialmente causar cáncer.
La genotoxicidad es una característica que indica la capacidad de un compuesto químico para dañar el ADN, lo cual puede llevar a mutaciones, cáncer y otras enfermedades genéticas. La EFSA ha realizado estudios exhaustivos para evaluar estos riesgos, y los resultados han sido concluyentes: los aditivos en cuestión no pueden seguir siendo utilizados sin representar un peligro significativo para la salud pública. Estos aditivos, utilizados en una variedad de productos, desde patatas fritas hasta salsas y bebidas, han sido comunes en la industria alimentaria debido a su capacidad para mejorar el sabor y prolongar la vida útil de los productos.
