San Bernabé y Santa Alicia. Santoral del 11 de junio en España

El 11 de junio es una fecha destacada en el santoral, pues celebra la fiesta de San Bernabé apóstol y Santa Alicia de Schaerbeek. Estas dos figuras, aunque de épocas y lugares diferentes, comparten una profunda devoción y han dejado una huella imborrable en la historia de la Iglesia.

San Bernabé Apóstol

Bernabé, cuyo nombre significa «hijo de la consolación» o «hijo de la exhortación», fue uno de los primeros cristianos y figura prominente en los primeros días de la Iglesia. Aunque no fue uno de los doce apóstoles originales, Bernabé es venerado como apóstol debido a su importante labor en la propagación del cristianismo y su estrecha relación con San Pablo.

Originalmente llamado José, Bernabé era un levita de Chipre. Se menciona por primera vez en el libro de los Hechos de los Apóstoles, donde vende una propiedad y entrega el dinero a los pies de los apóstoles (Hechos 4:36-37). Este acto de generosidad y desprendimiento caracterizó su vida y ministerio posterior.

Bernabé fue crucial en la conversión de San Pablo. Después de la conversión de Pablo en el camino a Damasco, muchos cristianos aún desconfiaban de él, recordando su pasado como perseguidor. Bernabé fue el puente entre Pablo y los apóstoles, presentándolo y defendiendo su autenticidad y transformación. Juntos, emprendieron varios viajes misioneros, incluyendo el primer viaje misionero de Pablo, en el cual establecieron varias iglesias en Asia Menor y Europa.

A lo largo de su vida, Bernabé se destacó por su capacidad de reconciliación y su disposición a abrir puentes entre diferentes comunidades. Según la tradición, Bernabé sufrió el martirio en la ciudad de Salamina, en Chipre, en el año 61 d.C. Su legado de generosidad, coraje y fe continúa inspirando a los creyentes hasta el día de hoy.

Santa Alicia de Schaerbeek

Santa Alicia, también conocida como Aleida, Aleyda o Adelheid, nació alrededor del año 1220 en Schaerbeek, cerca de Bruselas, Bélgica. Desde temprana edad, Alicia sintió un fuerte llamado hacia la vida religiosa y, a los siete años, ingresó en el convento cisterciense de La Cambre.

Santa Alicia

Alicia es conocida principalmente por su profunda espiritualidad y su vida marcada por el sufrimiento y la enfermedad. A una edad temprana, contrajo lepra, una enfermedad temida y mal comprendida en la época. Debido a la naturaleza contagiosa de la lepra, Alicia fue puesta en aislamiento dentro del convento. Este aislamiento físico, sin embargo, no impidió que Alicia demostrara una gran valentía y una profunda fe en Dios.

Durante su enfermedad, Alicia ofreció sus dolores y sufrimientos por la conversión de los pecadores y el alivio de las almas del purgatorio. A pesar de sus propias pruebas, su vida estuvo marcada por una intensa oración y una comunión profunda con Dios. Se dice que experimentó visiones místicas y tuvo un fervor particular por la Eucaristía, creyendo firmemente que la recepción del Cuerpo y la Sangre de Cristo era su fortaleza y consuelo en medio de su dolor.

Su vida y sus sufrimientos atrajeron la atención no sólo de sus contemporáneos, sino también de las generaciones posteriores. Incluso en medio de sus pruebas, Alicia se convirtió en un faro de esperanza y fe para aquellos que la conocieron. Murió en el año 1250, y después de su muerte, su tumba se convirtió en lugar de peregrinación.

En 1907, el Papa Pío X aprobó su culto para la diócesis de Bruselas. Santa Alicia sigue siendo un ejemplo de cómo la fe puede transformar el sufrimiento en una experiencia de amor y comunión con Dios.

Reflexión

La celebración del 11 de junio nos invita a reflexionar sobre el ejemplo de San Bernabé y Santa Alicia. San Bernabé, con su generosidad y su capacidad de reconciliación, nos enseña la importancia de la comunión fraterna y el valor de abrirse al otro, incluso a quienes parecen difíciles de aceptar. Su vida es un mensaje potente sobre la importancia de la integración y la misión.

Por otro lado, Santa Alicia, con su vida marcada por el dolor y la enfermedad, nos muestra cómo la fe puede transformarnos y darnos fortaleza en medio de las situaciones más difíciles. Su devoción a la Eucaristía y su capacidad de ofrecer su sufrimiento por los demás nos recuerda la profundidad del misterio cristiano del sufrimiento redentor.

En conjunto, San Bernabé y Santa Alicia nos invitan a vivir una vida de generosidad, reconciliación y profunda entrega a Dios, mostrando que, a través de la fe, es posible encontrar propósito y esperanza incluso en medio de las pruebas más arduas.

Otros santos del santoral del 11 de junio

  • San Máximo de Nápoles
  • San Paris de Treviso
  • Santa Paula Frassinetti
  • San Remberto de Bremen
  • Santa Rosa Francisca María de los Dolores
  • Beato Bardón de Maguncia
  • Beato Esteban Bandelli
  • Beato Ignacio Maloyan
  • Beata María Schininà