Óscar Puente promete acabar con el eterno retraso del corredor atlántico

El retraso del Corredor Atlántico y las recientes declaraciones del tiular de Transporte, Oscar Puente, he allí el tema que nos ocupa hoy. El Corredor Atlántico, una pieza fundamental de la red transeuropea de Transportes (TEN-T), surge como un enlace vital entre Portugal, España, Francia, Alemania e Irlanda. Esta red se concibe con el propósito de conectar los 27 países de la Unión Europea, tejiendo una red única que abarca nodos urbanos, puertos, aeropuertos y estaciones intermodales. En el contexto de los 9 corredores que cruzan Europa, el Corredor Atlántico se erige como un componente esencial, simbolizando una verdadera red única europea, comparable al impacto del Euro como moneda única.

El origen del Corredor Atlántico se remonta a su inclusión en la Red Transeuropea de Transporte en el año 2003, como parte del plan inicial del comisario Van Miert. Desde entonces, ha evolucionado a través de diversas incorporaciones y ajustes normativos, destacando su ampliación propuesta por el Gobierno de España en 2019. Esta expansión abarcó tramos en Galicia, Asturias, Navarra, Aragón y Andalucía, consolidándose como un corredor multimodal que integra carreteras, ferrocarriles, puertos, aeropuertos y terminales intermodales.

En el contexto español, el Corredor Atlántico abarca 11 Comunidades Autónomas y más de 5.300 kilómetros de trayecto ferroviario. Los puertos estratégicos, aeropuertos clave y terminales intermodales a lo largo de su ruta potencian la conectividad y el desarrollo económico en cada región atravesada. Esta infraestructura multimodal no solo promueve la eficiencia logística, sino que también refuerza la posición estratégica de España como parte integral de la red transeuropea de transportes, impulsando el comercio y la movilidad en toda la región atlántica.

La Unión Europea apunta a resolver todo lo relacionado con la RTE-T y los corredores antes de la disolución del parlamento en marzo, anticipando elecciones en junio. Hasta entonces, la incertidumbre persiste en torno al Corredor Atlántico, un proyecto vital de 7.800 millones de euros que busca conectar los puertos de la fachada atlántica con el interior y el resto de Europa. La fecha límite de marzo de 2024 se acerca, y con ella, la esperanza de despejar las vías para el futuro del proyecto.

El desafío del retraso del Corredor Atlántico: ¿Despejará el camino en esta legislatura?

El Desafío Del Corredor Atlántico: ¿Despejará El Camino En Esta Legislatura?

En un reconocimiento sin precedentes, el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha admitido públicamente que el corredor atlántico ferroviario de mercancías enfrenta un retraso significativo en comparación con su contraparte Mediterráneo. Durante un desayuno organizado por Nueva Economía Fórum, Puente señaló que el proyecto está experimentando «un menor nivel de ejecución» en comparación con el itinerario mediterráneo, a pesar de los esfuerzos previos por mantener la apariencia de paridad presupuestaria.

La realidad de este desfase se refleja en la ejecución presupuestaria y en la falta de madurez de muchos proyectos, especialmente aquellos que involucran a Galicia y al noroeste. A diferencia del corredor mediterráneo, el atlántico ha experimentado ampliaciones y extensiones que han generado diferentes ritmos de ejecución en diversas secciones. Puente, al asumir esta realidad, anunció que el corredor atlántico será «prioritario» durante su mandato, comprometiéndose a agilizar su desarrollo.

En un esfuerzo por dar un impulso decisivo al proyecto, Puente ha tomado medidas significativas, designando directamente los comisionados de ambos corredores para que dependan directamente de él en lugar de estar insertados en el organigrama del ADIF. Esta medida busca acelerar el desarrollo de los proyectos y superar las barreras que han contribuido al actual retraso del corredor atlántico.

Puente destacó la importancia estratégica del corredor atlántico, que abarca desde el puerto de Algeciras hasta Alemania, con ramificaciones que incluyen a Galicia. Subrayó la construcción de nodos intermodales, como el que se está desarrollando en Valladolid, como parte integral de este corredor. Sin embargo, reconoció que la ejecución más lenta del atlántico ha sido evidente, incluso desde su experiencia como alcalde de Valladolid.

A pesar de los desafíos, Puente expresó su compromiso con el desarrollo del corredor atlántico, destacando que brindará oportunidades de desarrollo para toda Castilla y León, generando posibilidades logísticas que antes no estaban disponibles. El ministro también recordó el compromiso del Gobierno español con Bruselas para impulsar el transporte ferroviario de mercancías a cambio de no introducir el pago por el uso de autovías, destacando la importancia estratégica de aumentar la cuota modal en este ámbito.

No obstante, persisten desafíos adicionales, como la falta de ofertas del sector empresarial gallego para los proyectos de autopistas ferroviarias y la necesidad de un plan director detallado para el corredor atlántico. Este plan debería esbozar los plazos e inversiones necesarios para que el proyecto sea operable en 2030. Mientras se lleva a cabo la reforma de algunas líneas, como la Lugo-Monforte-Ourense y el acceso ferroviario al puerto exterior de A Coruña, aún quedan pendientes la reforma de la línea central para el noroeste (León-Monforte) y la del Miño.

A pesar de estos desafíos, Puente está decidido a hacer del corredor atlántico una prioridad durante su mandato, buscando acelerar su desarrollo y proporcionar oportunidades de crecimiento para las regiones involucradas. La implementación efectiva de esta estrategia no solo dependerá de los compromisos gubernamentales, sino también de la cooperación entre las autoridades locales y regionales para superar los obstáculos restantes y despejar finalmente el camino hacia el futuro del corredor atlántico.

El impacto económico del Corredor Atlántico en España

El Impacto Económico Del Corredor Atlántico En España

El Corredor Atlántico, al conectar varios países de Europa y atravesar once Comunidades Autónomas en España, se erige como un pilar estratégico para el desarrollo logístico y económico del país. Su papel como conexión multimodal, integrando carreteras, ferrocarriles, puertos, aeropuertos y estaciones intermodales, lo posiciona como un motor esencial para el impulso del comercio y la movilidad de personas y mercancías.

El trayecto ferroviario del Corredor Atlántico abarca más de 5.300 kilómetros en territorio español, según la última propuesta de ampliación, y se extiende por aproximadamente 2.660 kilómetros de carreteras. La inversión total prevista para este eje asciende a 49.406 millones de euros, de los cuales ya se han ejecutado 33.326 millones, representando un 30% desde 2013. Con 16.080 millones de euros pendientes de ejecución, donde 12.168 millones se destinan a obras de nueva construcción y el resto a renovación y modernización, el Corredor Atlántico se presenta como un proyecto con impacto a largo plazo en el panorama económico español.

Desde una perspectiva económica, el desarrollo del Corredor Atlántico no solo es una infraestructura de transporte; es una inversión que generará beneficios directos para las once autonomías que atraviesa, representando más del 65% de la población española. Estas Comunidades Autónomas, que actualmente contribuyen con alrededor de 778.000 millones de euros al Producto Interior Bruto (PIB) del país, experimentarán un impulso adicional gracias al flujo eficiente de mercancías y personas facilitado por el corredor.

La ejecución completa de este proyecto no solo fortalecerá la conectividad interna de España, sino que también potenciará su posición como nodo estratégico en el comercio internacional. El Corredor Atlántico no solo es un medio de transporte; es la vía que allana el camino para el crecimiento económico sostenible y la prosperidad a lo largo y ancho de las regiones que toca, consolidándose como un elemento crucial en la evolución económica de España en el siglo XXI.