Tomavistas mantiene vivo el espíritu indie en Madrid

El festival Tomavistas se ha ganado, a pulso, ser una cita obligatoria dentro del panorama festivalero de la capital. Mientras que otros festivales han hecho un esfuerzo por sumar nombre pop o urbanos para aumentar la facturación el evento, que hasta la edición pasada se realizaba a en el parque Enrique Tierno Galvan, se había construido su espacio con base en esa nebulosa sonido que puede definirse como ‘Indie’ y 2024 no ha sido la excepción a pesar del crecimiento en asistencia y en caché de los artistas presentes.

El nuevo recinto en los estacionamientos de la Caja Mágica, hogar que comparten con el festival Río Babel y que albergó las primeras ediciones del Mad Cool, cambió la escala, pero no la identidad del evento que ha entendido la necesidad de cuidar su identidad para que el público siga comprando las entradas y haciendo acto de presencia.

Europapress 5944485 Cartel Tomavistas 2024

Aun así, no hay duda de que eran dos días de festival muy distintos en cuanto al manejo del cartel. El viernes, la buena presentación de Hinds, el siempre potente show de Dinosaur Jr o la puesta en escena de Editors no pudieron ocultar que la gran mayoría de los asistentes estaban atentos a J y Los Planetas, que celebraron los 30 años de esa pieza clave del rock y el indie español que es ‘Súper 8’.

UN SABADO MÁS VARIADO EN TOMAVISTAS

El sábado el interés variaba mucho más. 3 de los cabezas de cartel tenían poder de convocatoria, desde el día soleado de Belle and Sebastián, pasando por la complicada oscuridad de The Jesus and Mary Chain y cerrando con la fiesta bailable de los franceses de Phoenix, la apuesta tenía argumentos para atraer un público masivo, y aunque el promedio de edad era mayor al de otros festivales los fanáticos no han dejado de aplaudir.

Los artistas españoles no fueron menos. Alizz, el artista pop además responsable de producir los discos de C.Tangana, encendió la fiesta, las Cariño explotaron su punk rosa sin grandes problemas y Derby Motoreta’s Burrito Kachimba tomaron la tarima con su mística combinación de rock pesado y flamenco. Es una combinación interesante, que sin duda sigue poniendo al festival aparte de otros competidores, algo importante en una Madrid invadida de macrofestivales al punto que empiezan a sufrir para colgar el cartel de “agotado”.

PHOENIX Y LA FIESTA INFINITA

Sin quitar brillo a los demás artistas, no hay duda que el grupo clave del festival fue Phoenix. La banda francesa estaba celebrando los 15 años del ya clásico ‘Wolfgang Amadeus Phoenix’ disco de 2009 que los puso en el mapa del indie, y los franceses aprovecharon la oportunidad para tocar buena parte del disco. Es una oportunidad única, incluso siendo un grupo que se mantiene en gira permanente en Europa, aunque sin duda parte de la magia es la cantidad de hits que tiene la banda dentro del universo indie, y lo bien que los interpretan en la tarima. 

Es que la metralleta de éxitos del inicio del grupo no solo demuestra confianza en poder construir el resto del concierto sin ellos. Abriendo con ‘Lisztomania’, ‘Entertainment’, ‘Lasso’, ‘Too Young / Girlfriend’, ‘Apha Zulu’ y ‘Ti Amo’. Son canciones que cualquier banda de su generación mataría por tener en el catálogo y los franceses no solo los tienen en su catálogo, sino que se dan el lujo de tocarlos uno detrás del otro para abrir su show, y son capaces de mantener la energía a través de sus canciones menos conocidas.

Es evidente que no son los únicos. Los Planetas el viernes estaban en estado de gracia, enamorando incluso a los dudosos, Hinds dio vida a su reciente ‘Viva Hinds’ y el concierto en vivo de Derby Motoreta’s Burrito Kachimba es otro paso para extender su estatus de artista de culto. Pero es complicado medirse con una banda como Phoenix que sabe construir una fiesta a base de guitarras y sintetizadores mejor que el resto de las bandas en activo.