Iberia negocia contra reloj para evitar la huelga

Aunque los comunicados de ambas partes insistan en que la otra se niega a mantenerse en la mesa de negociación, Iberia y los sindicatos de Handling liderados por UGT y CCOO no han dejado de reunirse desde la huelga del fin de semana de reyes. Aunque de momento los trabajadores no han hecho un nuevo llamado a huelga, la solución es complicada para la empresa aérea, aunque según los sindicatos están bastante cerca de llegar a un acuerdo. 

Según informa UGT, Iberia garantizó el mantenimiento de las condiciones de las personas de la nueva empresa que ha propuesto crear en aspectos como progresión, antigüedad, vacaciones y billetes, tal y como está recogido actualmente en el convenio. Las mismas fuentes han indicado que quedan por concretar aspectos relativos a la retribución flexible y al fondo solidario.

La aerolínea hizo pública una propuesta que pasa por la creación de una nueva sociedad, participada al 100% por IAG que absorbería a todos los trabajadores de Iberia Airport Services, exceptuando aquellos que están dentro de la subrogación obligatoria, es decir, que prestan servicios a terceros y pasarán a las nuevas empresas operadoras, aunque estos son «una minoría».

Es un punto intermedio entre el autohandling que plantearon los sindicatos originalmente y simplemente permitir que los trabajadores fueran subrogados a las empresas que hubiesen conseguido la gestión del las asistencias en tierra. Esto permitirá a los trabajadores mantener su relación con Iberia, un punto clave de los que causó las protestas del fin de semana de reyes, y permitiría a la aerolínea evitar el aumento en costos y gastos que les preocupaba asumiendo directamente el autohandling.

«En resumen, un trabajador actual de Iberia tendría garantizadas estas condiciones en la nueva empresa, como si siguiese en Iberia. La empresa mantiene esta oferta siempre y cuando entren todos los aeropuertos», apunta UGT, que ha pedido a Iberia valorar la posibilidad de iniciar con una empresa con sólo 8 aeropuertos y posteriormente incluir a aquellos aeropuertos en los que los trabajadores en su conjunto lo aceptarán.

Dentro de esta nueva empresa se pondría en marcha un plan de viabilidad que contempla la baja voluntaria de 1.727, repartidas entre bajas incentivadas para trabajadores de menos de 56 años y prejubilaciones para los mayores, una «petición reiterada de los sindicatos», según Iberia.

LA CUENTA ATRÁS DESDE EL CONCURSO DE AENA

El choque entre Iberia y los sindicatos liderados por UGT y CCOO viene casi desde el pasado 26 de septiembre, cuando la aerolínea perdió la licencia de operar los servicios de Handling en 8 aeropuertos de España. Esto dejó a los trabajadores en el aire mientras la empresa intentaba revertir la decisión en tribunales, sin éxito. Desde entonces las discusiones entre las dos partes hacían de un choque directo algo inevitable. 

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A eso se suma que desde un principio Iberia explicó que la posibilidad de un autohandling, es decir, que la aerolínea gestionará sus propios servicios de tierra, era inviable por el costo. Según explicó la empresa, esto los obligaría a subir los precios y dejarían de ser competitivos de cara al público, sobre todo por la inevitable diferencia de precios que habría con las aerolíneas low cost.

En cualquier caso, la necesidad de un acuerdo para evitar otra huelga será seguramente el punto más importante para los usuarios. Por tanto, no debería ser extraño escuchar que alcancen un acuerdo estos días. Al mismo tiempo, esta primera protesta también demuestra los problemas que las aerolíneas y el mercado aéreo tendrán que enfrentar en lo que se presenta como un año tan complicado como interesante. 

IBERIA Y LA COMPETENCIA ENFRENTAN UN 2024 INTERESANTE

Aunque la realidad del mercado de la aviación es bastante positiva, incluso en mitad de crisis como la de Iberia hay retos complicados que deben asumir. Uno de ellos, por supuesto, es el de construir un modelo sostenible en cuanto a emisiones de CO2. 

A diferencia de los coches, los aviones no pueden depender de motores eléctricos, simplemente es más complicado despegar un avión que arrancar un vehículo terrestre. De momento se está trabajando en adaptarse usando combustibles tipo SAF para generar menos carbono, pero Iberia y las demás están compitiendo por llegar a ese objetivo antes que los gobiernos tomen medidas que afecten su capacidad comercial.

En ese punto, Francia ya ha exigido que no se realicen vuelos en trayectos en los que haya una opción de tren, visto en Europa como una opción más limpia. España ya ha amenazado con una medida similar, al menos es así, según las declaraciones de Yolanda Díaz. Es una decisión que desde el sector aéreo se clasifica de innecesaria, pero además se señala que para que la misma no genere problemas a los viajeros es necesario establecer conexiones que de momento no existen entre los viajes en tren y los aéreos.