Se han puesto de moda expresiones del estilo de «cuesta más descifrar una factura de la luz que un jeroglífico». Y es que hay pocas personas en España que puedan hacerlo de verdad. A ello se suma que otros tantos creen saber qué se esconde y por qué, pero que al final consiguen que la entiendas menos. Por eso hay que buscar la explicación definitiva y sobre todo, lo que importa al consumidor, a todos: cómo funciona el mercado eléctrico y por qué sube la luz. Estamos en pleno tsunami energético, con la inflación, la guerra en Ucrania y una crisis económica en ciernes.
La inflación se ha «estabilizado» casi en los dos dígitos, al que no se veía desde los años 80. Pero incluso quitando la subyacente, es decir, quitando los precios de los hidrocarburos y alimentos básicos, el coste de la vida está por encima del 6%. Pero centrándonos en la energía, y más concretamente en la luz, el consumidor vive en un incertidumbre y preocupación continua debido a los altos costes de la factura, con picos inasumibles y con bajadas que nos parecen un alivio, pero que aún así suponen unos precios que triplican los de hace apenas dos años.
LA SUBIDA DE LA LUZ TIENE OTROS CULPABLES
Son otros caballos de batalla energéticos que también ha disparado su precio, como el gas. Ambos está íntimamente relacionados, ya que para producir parte de esa electricidad necesitas si o si el gas. Es una producción de electricidad a través de los llamados ciclos combinados (gas más vapor).
Luego está el mercado mayorista, otro misterio indescifrable para la población. ¿Cómo funciona este mercado? Se le conoce como ‘pool’ y no es otra cosa que una subasta, como las que se producen para poner precio a un coche o en una lonja de pescado, para entendernos. En este caso, las empresas productoras presentan sus ofertas y las comercializadoras adquieren esos paquetes, necesarios para garantizar el suministro. Por tanto, hay que tener en cuenta cada día la demanda, lo que se va a necesitar para el día siguiente
¿Y cómo se fija el precio? Pues en España y Europa se hace por el llamado fijación de precio ‘marginalista’: significa que la fuente de energía más cara es la que entra en el mix energético y por tanto fija el precio cada hora. Como las energías renovables y la nuclear tienen un precio más bajo, se subastan primero. Como no son suficientes para satisfacer toda la demanda, se pasa al resto de sistemas de generación de energía, como los ciclos combinados que vimos. En definitiva, los que utilizan esta forma, el gas y el carbón, son los que fijan el precio.
EL «MAL MENOR» DE LA EXCEPCIÓN IBÉRICA
Desde el 15 de junio rige esta medida en España y Portugal. Se instauró para contener el precio de la luz, interviniendo el mercado eléctrico y fijando por tanto un precio máximo de gas empleado para generar electricidad. Esto ha derivado en un alivio: durante los los seis primeros meses de esta medida, el precio del gas será de máximo 40 euros MWh y, a partir de diciembre, irá subiendo 5 euros por mes hasta alcanzar los 70 euros MWh el 31 de mayo de 2023.
Pero hay otras medidas aprobadas en Europa que provocaron una subida del precio de los derechos de emisión, debido a las políticas medioambientales destinadas a reducir las emisiones de CO₂. El el llamado Régimen de Comercio de Derechos de Emisión, que obliga a las centrales térmicas, de cogeneración, refinerías o industrias como la siderurgia o la cerámica a pagar por las emisiones que generan utilizando energías fósiles.
Son derechos asignados gratuitamente o por subasta, aunque en el caso del sector eléctrico es por subasta desde el 2013, repartiéndose cada año los derechos de emisión hasta alcanzar una reducción del 55% de las emisiones de CO₂ en 2030. De ahí que el precio no pare de crecer, aunque afecta diferente si tienes electricidad contratada por mercado regulado (PVPC) o libre. ¿Te suena? Otro dilema y misterio para el consumidor. Veamos cuál es la mejor opción.
¿MERCADO LIBRE O MERCADO REGULADO DE LA LUZ?
Son los dos mercados españoles para contratar la electricidad y es algo que solo ocurre en España, aunque puede suponer mucha diferencia en tu factura final. Por eso saber qué es cada cual y cuál te supone más ahorro, es fundamental.
El mercado libre es el modelo donde están más de 16 millones de hogares españoles. El precio lo determina la comercializadora y son mucho más estables, ya que el consumidor elegirá una tarifa fija y al menos no se llevará sorpresas; en cambio el regulado, al que se acogen casi 11 millones de hogares, es el caso peculiar español: el precio varía cada día y cada hora, ya que el precio está marcado por el mercado eléctrico. Son por tanto los que más han notado la subida de la luz.
