Sesos huecos: el plato que asusta pero está de muerte

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Hay un plato que, aunque en la actualidad no suele ser preparado con frecuencia, pertenece al recetario más tradicional. Los sesos huecos han visto crecer a generaciones enteras que, aunque en ocasiones se asustaban al ver sus ingredientes, no podían resistirse a comerlos. 

Esta es una de esas recetas con olor y sabor a tradición, de las que no deben ser olvidadas y cuya preparación tradicional debe ser rescatada para el deleite de grandes y pequeños. Anímate a prepararla y verás como no te arrepientes.

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Termina la preparación de los tradicionales sesos huecos

Sesos huecos el plato que asusta pero está de muerte
Foto: Youtube

Para terminar con la preparación de los sesos huecos, vierte aceite de oliva virgen extra en una cacerola no muy grande y llévala al fuego para que el aceite tome temperatura. Una vez que el aceite esté caliente, toma porciones de la masa y ponlas a freír hasta que estén doraditas. 

La fritura de los sesos huecos es muy parecida a la de los buñuelos de calabacín o bacalao, y tal como con esta preparación, debes poner a freír solo pequeñas tandas de masa. Nunca lleves a freír demasiados, ya que pueden resultar llenos de mucha grasa o llegar incluso a quemarse.

Cuando estén listos, retíralos a un plato con papel absorbente y estarán listos para comer.

    

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