Sesos huecos: el plato que asusta pero está de muerte

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Hay un plato que, aunque en la actualidad no suele ser preparado con frecuencia, pertenece al recetario más tradicional. Los sesos huecos han visto crecer a generaciones enteras que, aunque en ocasiones se asustaban al ver sus ingredientes, no podían resistirse a comerlos. 

Esta es una de esas recetas con olor y sabor a tradición, de las que no deben ser olvidadas y cuya preparación tradicional debe ser rescatada para el deleite de grandes y pequeños. Anímate a prepararla y verás como no te arrepientes.

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Cómo terminar esta preparación

Cuando alcances la consistencia perfecta para la masa, será el momento de añadir los sesos previamente hervidos. Para hacerlo, hay dos maneras de agregarlos. Si lo deseas, puedes picar los sesos y dejarlos en tamaños pequeños, como el de una cereza. 

También, puedes ponerlos enteros dentro de la mezcla y mientras los integras, estos se irán rompiendo, quedando de diferentes tamaños distribuidos por toda la masa. De ambas maneras están deliciosos, y lo mejor de todo, es que cuando vas mordiendo, los vas consiguiendo. Escoge tu método favorito y añádelos a la masa.