Las rosquillas de anís son uno de los dulces tradicionales más sencillos de hacer; sin embargo, los grandes chefs logran darle un toque perfecto de aroma y sabor que se convierte en todo un deleite en el paladar.
Este dulce es perfecto para prepararlo con los más pequeños de la casa, quienes disfrutaran trabajar la masa, la cual es tan suave que, los niños lograrán moldearla sin complicaciones. Para que disfrutes de la preparación casera de este postre tradicional, solo necesitas pocos ingredientes y conocer el secreto para que queden más divinas.
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Ingredientes que necesitas para hacer unas ricas rosquillas de anís
Una de las mayores bondades de las rosquillas de anís, además de lo fácil que es prepararlas, es lo sencillo de sus ingredientes. Necesitarás realmente pocos y seguramente buena parte de ellos los tienes ya en casa. Toma nota, revisa lo que necesitas y pasemos al completo paso a paso para que las disfrutes.
Los ingredientes que necesitarás son: 2 huevos, 750 gramos de harina o un poco más de ser necesario, 200 gramos de azúcar, 250 ml de leche, 100 ml de aceite, 16 gramos de polvo de hornear, 60 ml de anís, ralladura de 1 limón, 1 pizca de sal, aceite de girasol y azúcar.
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Cuál es el secreto de los grandes chefs para hacerlas irresistibles
La receta para preparar las rosquillas de anís y los pasos a seguir son sumamente sencillos y es precisamente por esto que son las favoritas para hacer de manera casera. Ahora bien, es completamente posible darles un toque distintivo y gourmet sin comerte la cabeza.
Los grandes chefs juegan con los sabores y aromas; y es por eso que para darles un sabor y aroma irresistible y excepcional, no solo las pasan por azúcar cuando están listas, sino que a esta azúcar le añaden un poco de canela en polvo, lo que las hace más aromáticas y ricas.
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Trabaja los huevos
Para comenzar con la preparación, vierte los huevos en un bol e incorpora el azúcar. Con la ayuda de un batidor de alambre manual o de un batidor eléctrico, procede a batir hasta lograr espumar los huevos.
Cuando añadas el azúcar, continúa batiendo y notarás como la mezcla comienza a blanquearse. Sigue batiendo hasta que esté bien blanqueada y observes que ha aumentado su volumen.
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Así la perfumas y comienzas la preparación de la masa
Una vez que tengas los huevos y el azúcar bien mezclados y luzcan blanqueados, es el momento de aromatizar.
Para aromatizar esta preparación, agrega el anís, la ralladura de limón y también la sal, aceite y leche. Con la ayuda del batidor integra todos estos ingredientes, los cuales darán un delicado perfume a las rosquillas.
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Prepara la masa
Para que prepares la masa, mezcla la mitad de la harina con el polvo de hornear y posteriormente tamízala. Añádela al bol con los ingredientes húmedos aromatizados y bate muy bien.
Termina de añadir la harina poco a poco hasta que la masa comience a tomar cuerpo. La consistencia que tienes que alcanzar no es el de una masa gruesa o dura; sino más bien una masa que sea blanda, pero que no sea fácil de mover con una cuchara.
Si te gustan las rosquillas, estos buñuelos de viento serán tu romance favorito.
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Trabaja la masa de las rosquillas de anís
Una vez que tengas la masa prácticamente lista, debes trabajarla para posteriormente darle forma a las rosquillas. Espolvorea un poco de harina sobre una superficie y pon la masa sobre esta.
Comienza a amasar hasta que tenga más consistencia. Esta debe quedar con una consistencia suave, pero que te permita trabajarla con las manos sin que se te pegue al momento de darle forma a las rosquillas de anís.
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Un breve reposo que agradecerás
Cuando tengas lista la masa será necesario darle un breve reposo. Si bien, no es necesario dejarla leudar por largo tiempo, como en el caso de una masa para pan, al darle un breve reposo de unos 10 minutos, esta se volverá más manejable.
Para dejarla reposar, simplemente colócale encima un paño y listo. Espera que transcurran entre 10 y 15 minutos para terminar de trabajarla.
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Dale forma a las rosquillas
Una vez transcurridos los 10 minutos de reposo de la masa, enharina tus manos y ve tomando pequeñas porciones de masa. Forma unos pequeños cilindros de masa que sena de grosor medio.
Une las puntas del cilindro y dale forma a las rosquillas de anís. Presiona ligeramente las puntas cuando las unas para evitar que se abran al momento de freírlas.
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Así se fríen para que queden perfectas
Para freír las rosquillas de anís, vierte una cantidad generosa de aceite en una sartén profunda y fríe las rosquillas de anís. Para ponerlas en el aceite hazlo en pequeñas tandas, ya que de lo contrario, se pegaran o quemaran.
Al tener polvo de hornear, esta masa crecerá, por lo que es posible que las rosquillas terminen pegadas entre ellas. Así mismo, el proceso de fritura es muy rápido; así que no lo descuides o puedes terminar con las rosquillas quemadas rápidamente.
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Cómo terminar las rosquillas de anís
Cuando pongas las rosquillas de anís en el aceite caliente, voltéalas una vez que notes que están doradas. Ponlas sobre un plato con papel vegetal para que pierdan el exceso de grasa y estando aún calientes, rebózalas con el azúcar.
Para hacerlas totalmente irresistibles a nivel chefs, recuerda añadir canela en el plato con el azúcar y luego pasar las rosquillas de anís para dejarlas bien cubiertas y sabrosas.
Los grandes chef también se rinden ante las rosquillas; es por eso que, de hecho, Chicote enamoró a su mujer con esta receta.
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