Una forma innovadora y novedosa de comer pescado es el salmón marinado. Puedes darle sabor con un aliño casero y consumirlo tal cual. Pero si no te gusta la comida cruda, también puedes hacerlo a la plancha y degustarlo de esta manera.
Una vez que pruebes a realizar tus propias marinadas en casa, vas a querer repetir cambiándole el sabor y degustando los distintos matices que aporta al pescado. A continuación, te mostramos cómo hace un salmón marinado de escándalo que puedes comer crudo o a la plancha.
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LOS INGREDIENTES DEL SALMÓN MARINADO
Para comenzar con esta receta, necesitamos una buena cantidad de salmón. Cuánta más tengas mejor, ya que vas a poder congelar el pescado estando marinado. Para darle sabor, vamos a emplear té ahumado, azúcar, dos limones, eneldo, vodka, pimienta y sal. Aunque te parezca que estos ingredientes no pegan a priori, en el resultado vas a comprobar que combinan a la perfección.
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RALLA LOS LIMONES
El primer paso es rallar la cáscara de dos limones. Para que te sea más sencillo, puedes ayudarte con un rallador. Intenta que los restos de los cítricos caigan en un mismo recipiente, que vamos a utilizar para añadir los demás ingredientes del marinado. El sabor de limón le va a dar una nota de frescor al salmón marinado. Continuamos con esta innovadora receta…
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LOS INGREDIENTES DEL MARINADO
Una vez que hayas rallado los dos limones, añade al bol dos cucharadas de té ahumado. El sabor a humo va a contrastar con el toque cítrico. Seguidamente, tienes que echarle seis cucharadas de azúcar y otras seis de sal gorda. También le tienes que poner dos cucharadas de pimienta en grano y un poco de eneldo. Queda echarle el toque secreto que va a ponerle la guinda al salmón marinado…
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EL TOQUE SECRETO DEL MARINADO
Lo único que le falta al marinado es un chorro generoso de vodka para que le dé consistencia. Después, remuévelo con la ayuda de una cuchara hasta que todos los ingredientes se vayan mezclando y formen una especie de papilla. Como vas a comprobar, la mezcla tiene un olor potente del que se va a empapar el salmón. Ahora le llega el turno al pescado…
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HAZLE UNOS CORTES A LA PIEL DEL SALMÓN
Coloca el salmón boca abajo de forma que la piel quede en la parte superior. Tienes que hacerle unos pequeños cortes sobre la piel del pescado con la punta de un cuchillo o con un cúter. De esta manera, el aliño va a penetrar en ella y va a coger todo su sabor. Por el otro lado no es necesario que lo hagas, ya que la carne se empapará por si sola del marinado.
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LA FORMA DE COLOCAR EL SALMÓN MARINADO
En una bandeja amplia, pon un trapo limpio. Por encima de la tela esparce un tercio del marinado aproximadamente. Encima, colócale el salmón. Cubre el pescado con el resto de la mezcla. Repártela bien con la ayuda de una cuchara sin presionar sobre el salmón. Cierra el paño de cocina para que no entre en contacto con aire. Ponle algo de peso encima para que ejerza presión.
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DALE LA VUELTA AL SALMÓN MARINADO
El salmón tiene que estar maridándose al menos 24 horas en la nevera. Si el pescado es grande, déjalo más tiempo. Eso sí, tienes que calcular para darle la vuelta a la mitad del maridaje, es decir, que si va a estar un día entero, a las 12 horas lo saques y des la vuelta al paño de cocina con mucho cuidado. De esta manera, la mezcla va a estar en contacto con los dos lados del pescado a partes iguales.
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SECA EL SALMÓN MARINADO
Una vez que el salmón se haya estado maridando durante al menos un día entero en la nevera, sácalo y dale un agua bajo el grifo. Después, sécalo con la ayuda de un paño de cocina. Es muy importante que no te saltes este paso para que no afecte a su sabor final. Seguidamente, córtalo en finas lonchas con un cuchillo jamonero. El salmón marinado ya está listo para servir…
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PUEDES COMERLO CRUDO
Puedes servir los trozos de salmón marinado como un entrante. Tiene una apariencia similar al salmón ahumado, pero un sabor mucho más potente. Si no te gusta comer el pescado crudo, existe otra opción para que no te quedes sin probar este magnífico plato. Como puedes comprobar, es muy sencillo marinar el salmón y solo tienes que dejarlo reposar en la nevera.
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COCÍNALO A LA PLANCHA VUELTA Y VUELTA
Si te da reparos comer el salmón marinado crudo por miedo al anisakis, puedes cocinarlo vuelta a vuelta en una sartén. Para ello, no lo cortes en finas láminas sino en lomos que te valgan para calcular una ración. Echa una pizca de aceite de oliva virgen extra para que no te queden muy secos. Vas a sacarle el máximo jugo al marinado y no los vas a comer sin hacer. ¡Qué aproveche!
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