Aspel denuncia la «expulsión» de una de sus asociadas en unas clínicas de Bilbao

La Asociación Profesional de Empresas de Limpieza (Aspel) ha denunciado la «expulsión», a partir del 1 de enero, de una de sus empresas asociadas de las clínicas Virgen Blanca y Zorrotzaure de IMQ en Bilbao, fecha en la que la compañía ha decidido empezar a ejecutar el servicio «por medios propios en su beneficio y rescindir el contrato de las 84 trabajadoras encargadas del mismo».

En un comunicado, la patronal ha asegurado que la compañía, de acuerdo con las legislaciones española y europea, debe «garantizar sin excepciones la continuidad en las relaciones laborales y el mantenimiento de los puestos de trabajo, al tratarse este de un supuesto de sucesión de actividad, con autonomía y sustantividad propias, y por ello, con independencia de quien sea el empleador que la realice».

Además, Aspel insiste en que el Grupo IMQ carece del «volumen de personal propio» que tenga la condición de limpiador y, por tanto, «no puede asumir la realización de dicho servicio con su personal actual».

Aspel cree que la decisión de IMQ de internalizar el servicio de limpieza «vulnera los derechos» de las trabajadoras que llevan prestando dicho servicio «más de 15 años en la mayoría de los casos». En este sentido, insta a IMQ a garantizar la continuidad en las relaciones laborales y el mantenimiento de los puestos de trabajo.

Por último, Aspel ha insistido en que, como patronal representante de la mayoría del sector de limpieza, seguirá denunciando las «malas prácticas en la contratación del servicio por subastas y recortes», así como «una internalización del servicio de la limpieza mal entendido sin recursos para llevarlo a cabo».

«No podemos recibir aplausos por ser esenciales y, a los dos minutos, reducir de forma vertiginosa el servicio y decir que no afecta a la higiene y desinfección, cuando la realidad es que se persiguen ahorros independientemente de la calidad», ha concluido el presidente de Aspel, Juan Díez de los Ríos.