Se acercan los meses fríos y las festividades navideñas se sienten cada vez más cerca. Así como las recetas de platos principales y entrantes comienzan a venir a tu mente, las ideas de los dulces más ricos y emblemáticos también se hacen cada vez más presentes. El turrón de almendras es uno de los que tienes que aprender a hacer, es rico, sencillo y a todos les encanta. Si quieres saborear y obsequiar este dulcito emblemático a todos tus amigos, quédate a descubrir cómo puedes hacerlo.
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El turrón: una mezcla de miel y frutos secos que se adueñó del corazón del mediterráneo
Si bien, la procedencia del turrón tal como se le conoce en la actualidad se sitúa principalmente en Italia y España, lo cierto es que este rico dulce llego a las costas mediterráneas de la mano de los árabes.
La mezcla de almendras y miel es una tradición en diferentes rincones del mundo, especialmente en las zonas del norte de África y de la península arábiga. Y desde allí se ha dado a conocer a todos los rincones del mundo; especialmente en el corazón del mediterráneo, lugar del que proceden los que en la actualidad son todo un emblema en navidad.
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El turrón; más que un dulce, el símbolo de una festividad
Son varias las razones por las que el turrón se convirtió en todo un emblema de las festividades navideñas. Y es que, alrededor del año 1500, su producción se consideraba como de coste elevado, y no solo eso, sino que también, los frutos secos y la fecha de su recolección, hacían coincidir todos estos aspectos.
Los turrones en sus inicios eran considerados como las golosinas de los reyes; no obstante, a medida que su preparación fue extendiéndose gracias a la experiencia de los maestros turroneros y su transmisión de conocimientos de generación en generación, su consumo se volvió cada vez más popular. Para que lo disfrutes y obsequies en navidad, conoce los pasos para hacerlo desde la comodidad de tu casa.
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El dulce placer de comer un exquisito turrón de almendra
La almendra es uno de los frutos secos de mayor delicadeza; también es uno de los más versátiles y con frecuencia se le utiliza para la elaboración de leches vegetales, o como sustituto de la harina en la elaboración de los más refinados postres.
El turrón de almendra suele conseguirse principalmente en dos presentaciones: como turrón de alicante y como turrón de jijona. Cada uno de ellos con sus características particulares que enamoran a todo aquel que lo disfruta. El de jijona con su envolvente suavidad y sabor, mientras que el de alicante con su dureza que lo hace tentador logra mantener por horas intacto su sabor.
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Esto es lo que necesitas para hacer un divino turrón de almendras
Para que te luzcas con un turrón de almendras delicioso y delicado, no necesitas gran cantidad de ingredientes; sin embargo, los que utilices deben ser de la mejor calidad. Utiliza solo almendras que estén en perfecto estado, y bajo ningún concepto escojas aquellas que puedas percibir rancias o en mal estado.
Los ingredientes que necesitas son: 130 gramos de miel, 100 gramos de azúcar común, 250 gramos de almendras marcona crudas, 1 clara de huevo y 2 láminas de oblea.
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Comienza trabajando la miel
Te recomiendo trabajar con miel de alta pureza y calidad, esta es más espesa y la cantidad de líquido que posee es bastante baja en comparación de otras mieles de menor calidad que muchas veces contienen algún tipo de ingrediente que le resta pureza.
Pon la miel en una olla pequeña y llévala al fuego mínimo. De esta manera el líquido que pueda contener en exceso se evaporará.
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Añade el azúcar común
Una vez que la miel haya evaporado el exceso de líquido, será el momento de verter en la olla el azúcar común.
Mientras incorporas el azúcar agita la mezcla con una cuchara de madera. No pares de remover hasta que notes que el azúcar se ha diluido y que la mezcla comienza a tener una consistencia muy similar a la de un caramelo. En el instante en que notes este cambio, retira la olla del calor.
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La importancia de la clara de huevo
Con relación a la clara de huevo, procura utilizar aquella que provenga de un huevo fresco y que se encuentre a temperatura ambiente. Si guardas los huevos en la nevera, retíralo antes de comenzar el primer paso para que tome la temperatura correcta.
Pon la clara de huevo en un bol y bátela de forma enérgica hasta lograr que quede bien espesa. Además de dar sabor al turrón, la clara será la responsable de darle el color blanco tan característico.
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La forma correcta de trabajar las almendras
Si bien puedes escoger almendras tostadas, te recomiendo no hacerlo, ya que por lo general estas tienen sal añadida. Utiliza almendras crudas de la variedad marcona y ponlas a tostar en una sartén o en el horno.
Tostarlas en la sartén es muy sencillo, simplemente pon al fuego una sartén y coloca las almendras, muévelas un poco para que queden tostadas de forma pareja y retíralas a un plato una vez que estén listas para evitar que se sigan tostando con el calor residual.
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Forma la “masa” perfecta para un turrón exquisito
Cuando tengas las almendras perfectamente tostadas y la mezcla de miel, azúcar y clara bien integradas, será cuando debas mezclar ambas en un bol.
Pon las almendras en la mezcla de miel y remueve enérgicamente por unos minutos. La intención es lograr formar una especie de masa en la que todos los ingredientes se encuentren perfectamente integrados.
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Dale forma al turrón de almendras
Escoge el molde en el que harás el turrón de almendras y pon la oblea en el fondo del mismo. Puedes usar un envase de plástico o de metal; eso sí, debes forrarlo con papel vegetal y sobre esta colocar una oblea.
Con la oblea puesta en el fondo del molde, vierte la masa del turrón de almendras y presiona con la ayuda de tus manos. En caso de haberse enfriado, puedes utilizar un rodillo. Pon sobre la mezcla la otra oblea y presiona un poco; deja reposar hasta que esté bien compacto y listo a cortarlo y disfrutarlo.
Aprende también a preparar un delicado turrón de chocolate y uno exquisito de chocolate y naranja para que brindes opciones tentadoras y divinas a tus invitados.
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