Aragón recomienda que solo las personas vacunadas visiten las residencias con un brote

El Departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón, en colaboración con la Dirección General de Salud Pública, ha elaborado una recomendación que modula las medidas de prevención y control en los centros de servicios sociales especializados para hacer frente a la COVID-19, como la reducción del número de visitas en aquellos en los que se haya detectado un brote y que solo puedan participar en ellas quienes tengan la pauta de vacunación completa.

La consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto, ha explicado, con motivo de su asistencia a la inauguración de la residencia Maizales III, que en meses pasados fue conocida como centro Covid de Casetas y que, a partir de ahora, pasa a tener carácter residencial, que se trata de «proteger» a las personas mayores.

Con esta finalidad, se va a publicar esta semana una orden que recoge algunas recomendaciones, como ya las mencionadas, y también que, en la medida de lo posible, las visitas se lleven a cabo al aire libre.

Igualmente, que los residentes usen la mascarilla, cuando tengan un contacto directo con los trabajadores o prestadores de servicios o, en el interior, con otros residentes que no formen parte de su unidad convivencial, así como durante el desarrollo de visitas, tanto en el interior, como en el exterior.

También se aconseja su uso cuando se declare un brote en el centro y durante los tres días siguientes al retorno a la residencia en los espacios comunes o en la realización de actividades. Los residente no vacunados deben llevarla.

TRABAJADORES

La consejera ha recordado que se pide a los trabajadores no vacunados se hagan pruebas cada 72 horas «para asegurar la salud de los residentes» y ha incidido en lo oportuno que sería que todos ellos estuvieran inmunizados, algo a lo que no se puede obligar, pero que es aconsejable «desde el punto de vista ético, personal, laboral y ciudadano».

La orden también hará hincapié en la necesidad de formar unidades convivenciales dentro de cada centro y recuerda las medidas esenciales para reducir los riesgos de transmisión, además del uso de mascarillas, pautas generales de higiene y prevención, y un desarrollo de las medidas ya vigentes de prevención y control.

Asimismo, aconseja que, en caso de salida a domicilios particulares, los residentes acudan a aquellos donde la mayoría de las personas hayan completado las pautas de vacunación.

También apela a la responsabilidad. Al respecto, Broto ha esgrimido que, aunque han mejorado las cosas, «tenemos que seguir planteando medidas de protección de los mayores», si bien ha rechazado aislarlos en su habitación. «Supondría para ellos un perjuicio muy grande» y hay que actuar pensando «siempre en su bienestar», ha dicho. Ha recordado que se han repartido 10.000 test de antígenos entre las residencias para ayudar a controlar la pandemia.

58 BROTES

La consejera ha indicado que en estos momentos hay brotes de coronavirus en 58 residencias, con 269 usuarios contagiados y 80 trabajadores. No obstante, en 36 de estos centros, solo hay una persona contagiada.

Broto ha enfatizado en que la vacuna contra la COVID-19 ha supuesto un «cambio total» en estos centros en relación con la pandemia porque ha implicado «menos contagiados y muchos menos fallecidos».

Ha sostenido que cuando una localidad hay casos, «es casi seguro que los vamos a tener en las residencias», igual que ha pasado durante toda la pandemia, y en la medida que van disminuyendo los contagios, «pasa lo mismo en las residencias».

ASISTENCIA DURANTE LA PANDEMIA

La consejera Broto ha visitado la residencia de Los Maizales III acompañada por la directora provincial en Zaragoza del Instituto Aragonés de Servicios Sociales, Encarna Bendicho, y la gerente del centro, Gemma Agustín.

Este espacio atendió a 1.069 personas durante los 14 meses en los que prestó servicio como centro Covid, durante los momentos más duros de la pandemia, y cerró sus puertas el pasado 30 de junio. Ahora, las ha vuelto a abrir como residencia de mayores privada, finalidad para la que fue concebida.

La consejera ha subrayado la «enorme fortuna» de que los propietarios cedieran las instalaciones al Gobierno de Aragón para apoyar la gestión de la pandemia en las residencias. «Gracias a Casetas y a los otros cuatro centros que pudimos abrir entre marzo y abril de 2020 en Aragón, se liberó a las residencias de la presión vírica y asistencial en un momento muy duro», ha recordado.

Broto ha añadido que fue un momento «complicado y muy difícil», «de un enorme caos, en el que teníamos que tomar decisiones rápidas y para el que necesitamos infraestructuras preparadas y de calidad, como era el caso de este centro». Ahora, ha reconocido que la situación de las residencias por la pandemia siguen preocupando, pero, tras la vacunación, «estamos en otra etapa».

En la misma línea, se ha expresado la directora de Los Maizales III, Gemma Agustín Martínez, que ha precisado que la residencia «cambió su hoja de ruta y cedió sus equipamientos para atender y cuidar a los cientos de personas mayores contagiadas». «No se dudó en colaborar con la sociedad aragonesa, con los mayores y sus familias», ha apuntado.

El centro Covid de Casetas apenas estuvo cerrado 15 días, entre el 29 de junio de 2020 y el 15 de julio de ese mismo año, y vivió dos periodos en su trayectoria. El primero, desde el 4 de abril y hasta junio, en la que se atendió a 197 personas; y el segundo, en el que asistió a 872. La edad media de quienes pasaron por él fue de 82 años y el 66 por ciento fueron mujeres.

María Victoria Broto ha recordado que las instalaciones, además de como centro intermedio, se prestaron como Unidad de Hospitalización domiciliaria Covid, un espacio que, gestionado por el Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, atendió a 132 personas.

El centro Covid de Casetas actuó junto a los de La Abubilla, en Yéqueda, (Huesca); Gea de Albarracín y Alfambra, en la provincia de Teruel; y Miralbueno, en Zaragoza, que atendieron respectivamente a 164, 111, 64 y 119 personas, sumando entre los cinco 1.527. Estos dispositivos fueron pioneros en España y jugaron un papel clave para permitir la reorganización y sectorización de las residencias de Aragón, atendiendo a pacientes positivos en coronavirus que no precisaban hospitalización.

NUEVA ETAPA

El centro de mayores Maizales III está operativo desde hace una semana, cuenta con 125 plazas para residencia y 30 para estancias diurnas. Su puesta en marcha va a generar 72 nuevos puestos de trabajo.

El proyecto, del grupo HIFAVER, está basado en un modelo de atención centrado en la persona, dispone de unidades de convivencia independientes, con salones, comedores y offices-cocina que permiten a los residentes una estancia autónoma dentro del complejo.

«Se trata de un proyecto en el que hemos invertido muchas ilusiones y la experiencia adquirida a lo largo de los años», ha dicho su directora.