Todos los días miramos hacia el cielo y disfrutamos del hermoso color que nos brida, un cielo azul, señal de que será hermoso y cálido, pero que pensarías de ello, si realmente supieras que el cielo no es azul.
Acaso ¿te seguirá trasmitiendo esa sensación de calidez y energía positivas? Por ello te invitamos a seguir leyendo para que sepas de qué color realmente es el cielo realmente.
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¿Qué es el cielo?
La palabra Cielo, proviene del latín caelum; de caelum tangi: ser –tocado, herido por el rayo, es la definición que se le da al espacio en que visualmente vemos rodear la tierra, y que es donde se mueven los astros. Hablar de ello en astronomía es sinónimo de una esfera celeste, en la cual se encuentran el Sol, las estrellas, los planetas y la Luna, así como también constelaciones.
En la mitología romana, Caelus era el dios del cielo, para los meteorólogos se refiere a la zona gaseosa y densa de la atmósfera de un planeta.
Algunos de los fenómenos naturales vistos en el cielo son las nubes, el arcoíris y la aurora. El relámpago se puede ver en el cielo durante las tormentas eléctricas.
Como resultado de actividades humanas, la neblina se ve a menudo sobre ciudades grandes durante las primeras horas del día, por ello en algunos lugares se necesita mejorar la calidad del cielo.
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¿El cielo azul, es realmente azul?
El color del cielo es la consecuencia del contacto de la luz solar y la atmósfera, habitualmente en un día de sol, se ve de color azul y a veces esto varia, con tonos que van desde gris, naranja y rojo, dependiendo si es el amanecer, el atardecer o nublado, pero al caer la noche se vuelve azul oscuro.
En cualquier momento del día se pueden vislumbran algunos planetas, la luna, las estrellas si es de noche y el sol si es de día, siempre y cuando las nubes no los tapen. Newton, demostró en 1704, que la luz proveniente sol no es blanca como se ve, sino que posee todos los colores del arcoíris (rojo al violeta): naranja, amarillo, verde y azul, y lo mejor de todos que en todas sus tonalidades.
Y no solo eso comprobó, sino también que la luz la causan los fotones, y estos se mueven por las ondas, en las cuales vibran en el espacio, este viaje puede ser en ondas distintas: largas o cortas. Lo cierto es que estas son las causantes del color: rojo cuando son largas, y el azul cuando son más cortas.
La luz al viajar puede ser reflejada, refractada o dispersada, todo depende de las moléculas, en la tierra al chocar con las moléculas de la atmosfera, reacciona de maneras distintas. Las ondas más cortas que son azules, chocan con la atmósfera más que las largas, haciendo que estas se dispersen, se amplíen por el aire y así opacando y logrando el cielo azul.
Es por ello que a medida que llega el horizonte, la luz pasa por más moléculas, dispersando de manera excesiva el azul y así permitiendo que los demás colores, en especial el rojo, el naranja, y el amarillo, que están en ondas más largas se visualicen. Por ello en otros planetas sin atmosfera, al luz solar no tropieza con nada y esta llega blanca, como la luna desde donde se ve el espacio.
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¿Quién más explico la difusión del cielo azul?
La existencia del cielo azul, también la explicó el físico inglés Rayleigh, y por ello, lleva su nombre el descubrimiento efectuado por él. Decía que esto se debía, al desvió que sufría la luz visible con una onda corta de unos 380 nm a unos 500 nm de aproximación. Y por ello en las noches el cielo era totalmente oscuro, ante la carencia de luz, solo se cuenta con el reflejo de la luna y estrellas que es muy leve.
¿Quiénes reciben la luz en el cielo azul?
Sin lugar a dudas las nubes, las cuales se crean por grandes partículas de color, las cuales reciben la luz reflejada pero no cambian su color, por eso siempre son blancas.
En la difusión de Mie, la luz masiva no es reflejada sino retenida, pasando de blanco a tonos grises y luego a negro, esto depende del grosor de la nube. Pero cuando ocurren fenómenos pueden exhibir colores distintos, como el meteorito que cruzó el cielo gallego y provocó una estela de luz verde.
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Afirmar que el cielo azul no es cierto
Esta afirmación causa revuelo, porque habitualmente vemos el cielo azul, pero la realidad es como percibimos las cosas lo que influye en la visualización. Pero en realidad el cielo que vemos azul, no lo es; entonces nos preguntamos: ¿El cielo no es azul, y porque?, ¿por qué lo visualizamos azul? ¿Entonces de qué color es?
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El fenómeno de la dispersión
La dispersión de la luz, hace que esta vibre y se desvíe en varias direcciones, en donde se encuentran las moléculas, así como otras partículas más grandes separadas. La existencia de los átomos y las moléculas actúan como diminutos diapasones, remitiendo la luz que chocan con ellos, algo similar a las campanas.
Las moléculas de nitrógeno y de oxígeno que integran la atmósfera, son como campanas, al sonar con la luz y remitiéndola en todas direcciones, entonces, el ozono y sus capas, absorben en gran medida la luz ultravioleta del Sol, dispersándola en frecuencias visibles y el primer color, que más se distribuye es el violeta, luego los demás ordenadamente: azul, verde, amarillo, naranja y rojo.
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¿Qué pasa con el color rojo?
El rojo se dispersa en una pequeña parte que en comparación que el violeta, pero este se dispersa más el azul, pero los ojos no lo perciben sensiblemente sino al azul, por eso vemos el cielo azul. Así que ese cielo que tanto ves azulado realmente es violeta, pero este tono variara dependiendo del lugar y las condiciones atmosféricas
Cuando hay más partículas de polvo que de nitrógeno y oxígeno, se dispersan más las frecuencias luminosas más bajas se dispersan más, haciendo que el cielo se vea azul claro hasta incluso blanquecino, y cuando una tormenta pasa el cielo azul es más profundo, debido al arrastre de las partículas.
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